Mi nombre es Carolina y trabajo de interna desde hace 6 meses, al ser mi primer trabajo como interna mi experiencia ha sido muy satisfactoria.

Edelmira Mugno nos muestra el cuidado que realiza, día a día, a su hijo de 31 años con parálisis múltiple.

Paco es un paciente de 58 años procedente de Chiclana que ha permanecido hospitalizado en San Juan Grande durante las últimas cuatro semanas hasta que, esta pasada madrugada, ha fallecido. Su historia es la historia de una persona a la que un cúmulo de malas decisiones a lo largo de su vida le ha llevado a terminar sus días solo, dado que su única familia durante los últimos años han sido tres perros con los que convivía, en pésimas condiciones higiénico-sanitarias, en una casa-chabola de la zona Chiclanera de El Marquesado.

Mi nombre es Cinthia Hernández Rodríguez y quiero contarles aquí un poco acerca de mis servicios integrales a estas personas.

En enero de 2020 empecé a cuidar un matrimonio dependiente, el marido está dependiente completamente, necesitaba cuidados continuos y su esposa estaba bastante bien pero aún así me necesitaba.

La mente es caprichosa porque he olvidado la fecha en que mis hijos me llamaron mamá por primera vez y sin embargo estoy convencida de que el día que ella pronuncie “abuela” o “yaya” lo recordaré siempre.

Esta es la historia de los últimos seis años vividos como cuidadora oficial de una gran mujer.

El colmo de los colmos, una enferma que cuida al que la cuidó, y a su vez él la sigue cuidando, después de los dos cuidar también a la mamá que se fue. Una cadena que es más frecuente de lo que parece, por eso este video para para todos los cuidadores que tienen más adversidad si cabe.

Entraste en mi despacho, interrumpiendo una entrevista con otros familiares. Tan solo para regalarme aquella pulsera que habías hecho en casa con tus propias manos. "Amor, te he hecho esta pulsera, ¿te gusta?”.

Síndrome de CACH, enfermedad rara degenerativa, incurable con un trágico final.

Corrían los primeros días de marzo y los primeros brotes de mi jardín comenzaban a florecer. Este jardín que con tanto mimo y cuidado íbamos cuidando cada día con mimo y tesón.

Quizá no creamos en los milagros lo relacionamos con cosas de fe, pero es algo que necesitamos para seguir adelante, pueden surgir situaciones que te hacen pensar en ellos.

La historia de Mari y Enrique ha sido para todas las personas que la ha conocido una verdadera historia de amor.

Hoy es mi primer día como auxiliar de ayuda a domicilio. La verdad que estoy muy nerviosa y tengo ganas de que todo salga bien. Es hora de poner en escena todo lo aprendido.

Luci y José María. Pilar y José. 

Ellos, dos matrimonios que han ayudado a mi vida en los dos últimos años.

Para todos, una primera vez puede ser dos cosas: Buena o no tan buena, para mí fue increíblemente buena. Mi trabajo era asistente de hogar interno en casa de Juanita, adulto mayor de 89 años de edad, inicialmente algo autónoma. Ella pasó por muchas pérdidas, un hijo, esposo y una hermana muy querida, además de un ictus.

Selfie de hombre con corbata

Soy un profesional independiente que trabaja altruistamente en La Fundación Contra La Hipertensión Pulmonar desde hace más de 10 años.

Dos personas mayores sentadas

Como hija cuido de mi padre y de mi madre, ya que son los valores que me han enseñado. Ellos lo han dado todo para mí y ahora me toca no como obligación si no de corazón.

hija tocando el acordeón  con sus padres en un centro de día

Poner un título a un trabajo que defina lo que supone dedicar unas horas al día de mi vida, ya sean 8, 10, o 24 horas al cuidado de mis padres. (Ellos cuidaron mucho más tiempo de mí.) Sólo es eso. Un título. Como el que me acredita como Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería.

Aquel día que nos dijo, ''me tenéis que ayudar, hijos,'' ya sabíamos que había empezado un camino lleno de dolorosa consciencia al principio y en el que poco a poco se fue difuminando la consciencia para dar paso a la nebulosa de los olvidos, de la pérdida de las vivencias, de casi todos sus recuerdos, paso al trance de aceptar la crudeza de una vida nueva para ella y para los que la rodeamos minuto a minuto, una aceptación difícil porque la conocimos con una vida llena de vida y ahora tendríamos que llenarla, una aceptación dolorosa y a veces, dolorosa también la no aceptación de una realidad cruel, injusta, que nadie decide ni quiere tener, pero que llega y no hay marcha atrás.

Luna llegó a nuestras vidas este 31 de enero, un martes a las 20:36. Todo se puso en su contra, pero ella, lo puso todo a su favor.

cuidadora y señor mayor

A veces, tenemos la suerte de ver cómo se forjan lazos para toda la vida; una oportunidad que llega como un regalo. Esto es lo que ocurrió entre Antonio, una persona que necesita asistencia diaria, y Yessica, su cuidadora. Dos personas que han forjado un vínculo sobre la confianza, el respeto y la empatía.

Madre e hija comiendo un helado

Siete de la mañana. Rita me palmea la cara, para que me despierte. Hace el signo de comer, así que me levanto con ella.

mujer en silla de ruedas en una residencia de personas mayores

Las noches oscuras se hacen cada vez más largas para Mariana. Es un reto entre la percepción y su ser interno que desea vivir de forma plena y vital. Sin culpas, sin tristezas, pero las circunstancias que la rodean día a día la impulsan a la melancolía, a la compasión de ver como la luz de su madre se va apagando con los días que pasan sin detenerse.

amanecer

En el contexto de la pandemia de COVID-19, la humanidad se vio enfrentada a uno de los mayores desafíos de su historia reciente. Sin embargo, en medio de la adversidad, surgieron héroes anónimos que, sin ser profesionales en el cuidado de la salud, se unieron a asociaciones como voluntarios para brindar un apoyo invaluable a las personas afectadas.

Yo cuido, mejor dicho, yo cuidaba de mis dos padres, enfermos de Alzheimer, en un estadio muy avanzado de la enfermedad. El pasado 18 de mayo mi madre falleció. Ahora cuido de mi padre.

Enfermera con vacuna

Me levanto como cualquier mañana, me disponía al trabajo, sin saber que nuestras vidas cambiarían por siempre. Estaba trabajando como enfermera en el hospital clínico quirúrgico de mi provincia.

Una cuidadora de ancianos con un cartel

Mi experiencia como cuidadora comienza en el año 1998 cuidando niños, en un principio eran dos: un niño de tres años y otro de dos meses, nunca había cuidado a nadie y menos a unos niños tan pequeños.

Dos cuidadoras de personas mayores

Soy Shiby Paul, soy de la India y llevo 28 años en España, llegué en 1995, actualmente vivo en Armilla, un pueblo de Granada. Creo que nací con mi vocación de cuidadora.

Hoy nos hemos levantado, desde la AFA de Ávila, con las ganas de cambiar el rumbo. Abrimos nuestro huerto particular donde plantar y ver crecer nuestros frutos pero también donde cuidar a los animales que a partir de ahora nos acompañarán. Aquí todos cabemos.

Esta es la historia de una familia, dos padres y tres hijos. Las dos hijas mayores fueron niñas, el tercero y el pequeño de los hijos, fue un niño.

Las mujeres sin duda vamos aprendiendo a ser madres en el camino, a veces a tropiezos, a saltos, a carreras, o como cada una pueda en esta aventura de la vida.

Sentada en frente de mí, está mi madre que pronto cumplirá 102 años, con su expresión de paz, la mirada atenta y aunque ya no habla, de vez en cuando dice frases “en el idioma que ha compuesto”, a las que respondemos siempre, porque se hace entender, aunque su “idioma”, lo desconocemos. Además, nos sorprende, con alguna palabra como: guapa, gracias y alguna sonrisa, que han sido constantes en ella, cuando no sufría deterioro cognitivo o su estado era menos avanzado.

En el aire hay silencio monacal y en el limbo del qué somos a veces olvidados, a veces desconocidos, estoy en una Congregación Religiosa.

El día que la tierra decidió quedarse dormida, supe que había llegado el momento de mi propia transformación; la crisálida sería mariposa naciendo en medio de una primavera paralizada.

Conocemos la historia de Noah, estudiante en la facultad de ciencias físicas de la UCM, que se formo como cuidador profesional para ayudar en las tareas de la vida diaria a su amigo Edgar, afectado con una enfermedad que le impide tener fuerza en los músculos.

Érase una vez, un niño genial,

que aprendió a volar

antes que a hablar.

Ibai llegó en enero del 2022, llegó dando luz y alegría. Nos habíamos convertido en familia numerosa y estábamos felices, pero según pasaban los meses algo en mi decía que esta maternidad era diferente, notaba que Ibai no avanzaba como lo habían hecho Unax y Aimar, no era la lactancia deseada, Ibai no succionaba bien y poco a poco veía que iba debilitándose hasta el punto de no sujetar su cabecita.

Me llamo Cristina Guerra Santana y trabajo como maestra especialista en Educación Especial en un centro específico que atiende a alumnado con plurideficiencias de grado severo.

Me llamo Alicia Rebollo y soy la mujer de Ricardo Fernández Morueco.

Manos de piel mariposa

Son las 7:30 de la mañana, y tengo que despertarla. Duerme profundamente, y suena Morat en la alarma. Su cuerpo no reacciona. Mover las piernas le provoca dolor, y algunos apósitos se le han movido, pero tengo que levantarla, hay que ir al cole.

Hace tiempo que su mente vaga por los recuerdos de su infancia y adolescencia. Está con nosotros sin estar, unas veces callada, otras con una verborrea que intentamos descifrar para acabar no entendiendo nada. Siempre sonriendo, pero ya sin cabeza para ir descifrando el día a día.

Mujer en sillas de ruedas acompañada de sus cuidadoras

Hoy en día se puede oír y ver testimonios en distintas áreas y ámbitos de la vida, de personas que llegan a adaptarse asombrosamente a la adversidad, ya sea un trauma, una tragedia, una amenaza o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares, interpersonales o de salud.

Dos enfermeras besando a un usuario de residencia

¿Puede tener una residencia una habitación de los líos? Pues sí, en la residencia San Juan Bautista se ha bautizado así al despacho de esta directora. Para saber el origen acompañadme en estas líneas.

Tras varios meses de tratamientos fallidos, conseguimos que te instalaras en nuestra vida.

ictiosis-relato

Queremos presentar a Ruth Antón a este premio porque cada día nos sorprende a todas las personas que formamos parte de la Asociación Española de Ictiosis.