Me llamo Cristina Guerra Santana y trabajo como maestra especialista en Educación Especial en un centro específico que atiende a alumnado con plurideficiencias de grado severo.
Este alumnado no tiene desarrollado el lenguaje oral ni poseen la posibilidad de desarrollarlo por lo que, en la mayor parte de las ocasiones, se entiende que no disponen de lenguaje o capacidad alguna de comunicación.
Mi trabajo dentro de este equipo docente propone el reconocimiento a la comunicación más allá de la palabra oral u escrita. Más allá incluso del uso de sistemas alternativos y aumentativos de comunicación pues no siempre se encuentran al alcance de las posibilidades y las necesidades de pequeños y no tan pequeños con graves disfunciones cognitivas, motrices y conductuales.
Una comunicación con una base forjada en el tiempo compartido y que da lugar al intercambio de miradas, sonrisas, sonidos e incluso una comunicación de respiración compartida, de latidos acompasados… El diccionario de la Real academia Española de la Lengua recoge en sus definiciones de comunicación que comunicar es:
1.Hacer a una persona partícipe de lo que se tiene.
2.Descubrir, manifestar o hacer saber a alguien algo.
3.Conversar, tratar con alguien de palabra o por escrito.
4.Transmitir señales mediante un código común al emisor y al receptor.
Es por ello por lo que, si dedicamos tiempo a conocer y entender los signos que cada uno de nuestros niños emiten, podemos comenzar a disfrutar de una comunicación compartida. Trabajar con estimulación basal (método que uso en las jornadas escolares) permite trabajar partiendo de la necesidad de cada uno de los niños, no teniendo más objetivos que el cubrir sus necesidades personales, sin prisa, dando.
¿Qué evolución se ha podido observar?
Sentirse entendido hace que disminuya la ansiedad en el niño y con ello disminuye y, en ocasiones, extingue los episodios de conductas disruptivas, autolesión o agresión.
La neuroeducación educación y neurociencia expone como el cerebro estresado no es capaz de aprender y mi práctica docente en el CEE Adeje ratifica esta premisa puesto que aquellos menores que he atendido han sido capaces de evolucionar en lenguaje, motricidad, relaciones sociales, aprendizaje formal… como así atestiguan las actas de evaluación, el equipo docente y las familias.