Hoy nos hemos levantado, desde la AFA de Ávila, con las ganas de cambiar el rumbo. Abrimos nuestro huerto particular donde plantar y ver crecer nuestros frutos pero también donde cuidar a los animales que a partir de ahora nos acompañarán. Aquí todos cabemos.

El proyecto, que nace desde la convicción de que el alzhéimer no debe ser el límite a nuestras pasiones, es el impulso para seguir manteniendo vivo ese amor a nuestro medio que tanto nos ha caracterizado.

Somos abulenses, formamos parte de esa mal llamada “España vaciada” que ahora nadie comprende ni sabe gestionar pero que ha sido nuestra vida, nuestro hábitat.

Nuestra presidenta, Montserrat Cortés Pinilla, junto a la dirección del centro, han decidido que un espacio privilegiado como es el centro Miguel Ángel García Nieto, nuestra casa, sea el mejor lugar posible para todos nosotros, usuarios, trabajadores, equipo directivo, voluntarios, familiares y amigos, y por ello ha puesto en marcha el proyecto “camino del Sol”.

Ávila es una de las ciudades más luminosas de España y ese es un punto fuerte que disfrutar y del que aprovecharnos. Así, nuestros usuarios tienen unos días preciosos de los que disfrutar.

 

Hemos construido un gallinero con su caseta y parcela, granero y espacio ponedor.

Hemos adaptado un rincón para el huerto.

Hemos adoptado a dos gatos que son la alegría de los mayores

Hemos incorporado un cordero blanco y juguetón a nuestro corral.

Hemos recreado las vidas y labores de nuestros mayores en este espacio de felicidad diaria.

Todo ello desde el amor y la sensibilidad de quien sabe que aún les queda mucho que disfrutar, mucho que vivir, mucho que enseñar.

Nuestra presidenta hace de cada momento un espacio de ilusión que merece el reconocimiento de todas las que estamos a su lado, porque nuestra acción no es cuidar a nuestros mayores, ni siquiera apoyarles y evitar su deterioro cognitivo, la idea, el objetivo principal es dotar de significado sus vidas.

Por todo ello, por el empeño que pone en cada cosa que hace, por el amor a nuestros usuarios, familiares, trabajadores y voluntarios, por ese objetivo enorme de dar felicidad continuamente, por el tiempo infinito dedicado a cada mayor que se acerca a nuestra asociación, y por no poner límites a la creatividad para seguir sacando sonrisas de quienes se van olvidando de lo que les hizo feliz.