Persona mayor, posiblemente en la que se inspire el relato.

Leí una vez en las redes sociales que “el orden de los recuerdos no altera el olvido”.

Retrato familiar

Me desperté ausente, melancólico y destrozado. Mis lágrimas envolvían de dulce recuerdo mi nostálgico pasado. ¿Quién dijo que el pasado siempre fue mejor?, a veces, depende, por etapas. Pero no cabe duda que cuando envejeces y se instalan las enfermedades en tu cuerpo, deteriorándose las neuronas y células en el mismo, arrugándose la piel, sin poder movilizarte, con triste mirada…, todo cambia”.

Cintia y su marido

Hola, soy Cintia y a mis 23 años, soy cuidadora principal de mi marido por su discapacidad causada por su enfermedad crónica y su dependencia severa de grado II.

Marzo 17 del 2019, fue el inicio del año que jamás olvidare, hasta se podría decir que fue el año del Sr. COVID donde todos estuvimos implicados de igual manera, nadie fue más ni menos y sabe Dios cuantas historias de tragedia, incertidumbre habrá detrás de todo esto, al menos tengo la certeza que muestra vida es un estado constate de cambio.

Miguel Márquez ha dedicado la mayor parte de su vida al cuidado de las personas mayores. Descubrió su vocación a los 18 años, cuando decidió ser objetor de conciencia al servicio militar en una residencia de la tercera edad. A partir de entonces inició su formación como Auxiliar de Geriatría, Auxiliar de Clínica y, más tarde, Enfermería con la intención de dedicarse profesionalmente al servicio de nuestros mayores.

No quiero que las migrantes caminen a mi lado con una franela que diga “ayuda a domicilio” no quiero que me miren los que pasan y que crean que necesito de alguien. Mientras Josefina decía estas palabras – y las decía con frecuencia- ponía sus labios hacia abajo y cerraba los ojos, en una mueca indescifrable que parecía asco a veces y otras veces terror. Ella no era fácil, tenía formas agresivas de plantarse y de imponer su voluntad. Cuando pasaba limpiando las mesas, ella caminaba detrás mío y pasaba su dedo inspeccionándolo todo, si se asomaba el polvo, me gritaba: ¡Cuánta prisa tienes mujer! … ¡seguramente tendrás cosas más importantes que hacer que limpiar donde yo digo!- Era alta, voluptuosa, blanca, cabello negro y labios leves, suaves, delicados. La vi muchas veces en sus fotos de esa época, mientras las limpiaba consagradamente los martes y los viernes.