Cuidadora con la persona a la que cuida.

Al llegar a una casa, la primera impresión que tenemos puede ser acertada o no, sin importar mucho esto, asumimos de manera responsable el cuidado de una persona, una persona que con el tiempo se va volviendo parte de nuestros días, parte de nuestras preocupaciones, alegrías, logros, aciertos y quizá desaciertos inesperados.

Cuidadores con María, persona a la que cuidan.

El objetivo de este relato es reflejar todo el amor y cariño que se puede tener a una persona, aunque no sea de tu sangre, de tu familia, a la que se cuida, se respeta y admiran sus valores.

Abuelo con su nieta.

Érase una vez un abuelo bondadoso, deseoso de intervenirse de un hallux valgus que tanto le incordiaba y atormentaba. Tras realizar las pruebas preoperatorias pertinentes, llegó el gran día. Por fin podría calzarse sin necesidad de tener que quitarse los zapatos en el coche antes de llegar a casa o de tener que mirarse desconcertado, el eterno 'dedo rojo'.

Cuidadora con la persona a la que cuidaba.

Jamás pensé que me gustaría tanto dedicarme a esta profesión. Recuerdo que hace años me dijeron en una entrevista que valía para la atención al público y que explotara ese potencial.

Abuelo con sus nietos pequeños, protagonistas del relato.

- ¿Por qué el abuelo ya no juega conmigo?- Preguntó la pequeña Ana. Héctor, su hermanito, la miraba risueño moviendo sus mofletes de bebé.

Operador de Teleasistencia Domiciliaria

13 de marzo de 2020, España cierra. Todo el mundo está en casa y el país se paraliza. Madrid se apaga. Se acaban los atascos, el transporte público no tiene ocupación, calles desiertas, parques solitarios, colegios sin niños, carreteras sin luces de coches, parece un apocalipsis zombi. Una película de terror. Como si el mundo se hubiera acabado.