Emoticono sonriente

Soy de los muchos hombres y mujeres que nacimos en la década de los 60, los llamados “baby boomers”, y que ahora también rondamos los 60 años. Muchos de nosotros nos encontramos en la también llamada “generación sándwich”, ya que por un lado tenemos a nuestros hijos a cargo y también tenemos, con suerte, el poder seguir disfrutando de nuestros padres. En mi caso, mi padre falleció en 2020, con casi 85 años y todavía tengo la fortuna de tener a mi madre, con bastante salud a pesar de que va a cumplir 84 años.

Madre e hija paseando, protagonistas del relato

Sara no podía imaginar cómo diecinueve letras iban a cambiar su vida tan radicalmente cuando fue al hospital a recoger los resultados de una resonancia magnética pero el papel que le entregaron contenía un diagnostico: Síndrome Dandy-Walker.

Madre e hija, protagonistas del relato

La mayoría de las veces es muy difícil iniciar un texto, realizas varios intentos y no siempre quedas satisfecho a la primera, pero para ser cuidador familiar como es mi caso, no fue difícil, fue fácil, espontáneo y podría decirse que hasta entusiasta.

Mujer cabizabaja

Ante todo quiero dar las gracias a mis abuelos, por ellos vi cual era mi verdadera vocación.

Pedro, protagonista del relato

En mi familia somos cuatro, a mi marido le dio un Ictus en enero del 2016. Antes de este gran surco éramos una familia normal. Se crean gestos de amor, comprensión, confianza y cariño en el día a día de cualquier familia.

Patrocinio Olivas, protagonista del relato

Tuve la inmensa fortuna de compartir el cuidado de mamá; una anciana de 95 años, quien gozó de salud y calidad de vida al ser autosuficiente, hasta que fueron mermando sus capacidades físicas y mentales.