Cómo fomentar el envejecimiento saludable

El proceso acelerado de envejecimiento que está experimentando la población española unido al aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas y de personas mayores en situación de dependencia, supone un reto sin precedentes para nuestra sociedad.

El verano es el momento del año donde las personas mayores son más vulnerables. Las altas temperaturas suponen un riesgo para su salud y más aún si tienen un alto grado de dependencia y requieren de la ayuda de otros para realizar las tareas de la vida diaria.

En nuestra vivienda se encuentra nuestra vida, nuestro hogar. Si para nosotros es importante, para una persona en situación de dependencia aún más. Sus posibilidades de ser autónoma e independiente aumentarán si la casa está adaptada.

Uno de los momentos más delicados en la relación del cuidador con la persona en situación de dependencia se da cuando hay alteración en el comportamiento. ¿Quieres saber por qué se producen estos cambios? ¿Te gustaría aprender a gestionarlos?

Según Naciones Unidas entre el 4% y el 6% de las personas mayores, 114 millones de personas, en todo el mundo, han sufrido alguna forma de maltrato o situaciones de abuso.  ¿Qué podemos hacer para evitarlo?

La relación entre cuidador y persona en situación de dependencia no puede funcionar de manera correcta si entre ambos no hay una buena comunicación. Fomentar su autonomía e independencia será la clave para preservar su salud.

Una de las claves del buen cuidado es la relación entre el cuidador y la persona en situación de dependencia. Hay que procurar un bienestar recíproco, generando autonomía en la persona cuidada y respetando su dignidad, así como el descanso del cuidador.

Las demencias, su diagnóstico precoz y su tratamiento es uno de los principales problemas sociales. La demencia es un estadio clínico avanzado de deterioro cognitivo y funcional. Conocer qué origina las demencias es un reto para los profesionales y para los cuidadores.

Ya sabemos que la educación de nuestros pequeños no sólo se basa en que vayan a la mejor escuela sino que también dependerá de otros elementos que se mueven más en el ámbito familiar. La implicación de los padres, el cariño recibido por el entorno más cercano así como la estimulación que les proporcionemos serán factores a tener muy en cuenta.

En el mundo existen dos tipos de personas. Aquellas que cuidan y aquellas que necesitan ser cuidadas. Y es que al nacer somos totalmente vulnerables. A medida que vamos creciendo nos volvemos más independientes pero, aún así, siempre tendremos unos padres que velarán por nuestro bienestar.

Cuando hablamos de empatía nos referimos a la capacidad que tenemos para ponernos en el lugar de otra persona. Se trata de una habilidad necesaria en los cuidadores, que tienen que afrontar su día a día sin caer en el estrés, la fatiga física y el agotamiento mental.

Imagina ser un niño y sufrir una patología neuromuscular. Tu día a día no es fácil, tienes que luchar por desarrollarte y adaptarte a tu enfermedad. Imagina que pasas mucho tiempo entre médicos y profesionales sanitarios durante el año y tu mayor deseo es poder disfrutar una semana en un campamento. Pero este año te dicen que no hay recursos y que no vas a poder ir. ¿Cómo te sentirías?