La relación entre cuidador y persona en situación de dependencia no puede funcionar de manera correcta si entre ambos no hay una buena comunicación. Fomentar su autonomía e independencia será la clave para preservar su salud.

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El cuidador debe establecer unas estrategias de comunicación basadas en la empatía. La palabra empatía proviene del griego empatheia, que significa "sentir dentro", y que denota la capacidad de percibir la experiencia subjetiva que posee otra persona. Expertos en inteligencia emocional como Daniel Goleman creen que la empatía juega un papel fundamental. No sólo hay que percibir sentimientos ajenos sino también hay que saber cómo decir las cosas y cómo actuar en consecuencia. Por desgracia, muchos de nosotros a veces confundimos la empatía con la compasión o en consuelo.

Si quieres aprender más sobre este tema, no te pierdas la Masterclass 'Aprender a fomentar la autonomía y la independencia en el domicilio', elaborada en colaboración con la Fundación Pilares e impartida por Penélope Castejón Villarejo, socióloga licenciada por la Universidad Complutense de Madrid, especialista en Investigación Social Aplicada y Análisis de Datos por el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) y experta en Gestión y Planificación de Recursos Gerontológicos por la Universidad Complutense de Madrid.

Autonomía e independencia, ¿es lo mismo?

Como bien explica la Fundación Pilares en el Modelo de Atención Integral y Centrada en la Persona (AICP), la autonomía es la "capacidad de autogobierno de las personas y su derecho para tomar sus propias decisiones y mantener el control de su propia vida".

Por otro lado, la independencia es la "capacidad para realizar actividades de la vida diaria sin ayuda de terceras personas". En este sentido, no hay que pensar que el elemento contrario de la autonomía es la dependencia (sería la heteronomía; al igual que de la dependencia sería la independencia).

Entender la distinción entre autonomía-heteronomía y dependencia-independencia es fundamental para realizar comprender y empatizar a una persona en situación de dependencia.

Consejos para fomentar la autonomía e interdependencia

1. Dejar hacer a la persona todo lo que pueda por sí misma

2. Apoyar aquellas actividades que no pueda hacer por sí misma

3. Preparar la situación para que le sea más fácil ser autónomo

4. Mantener las rutinas y, si se van a hacer cambios, hay que contar con la opinión de la persona en situación de dependencia

5. Tratar a la persona respetando su dignidad y sin infantilizar, siempre atendiendo a sus limitaciones funcionales y/o cognitivas

6. Responder de forma adecuada, utilizando la empatía y fortaleciendo su autoestima