Es el lugar donde trabajo, donde convivo con unas personajes increíbles, como en todo castillo, hay reina, príncipe, princesa, capitán y todo un elenco de personajes, incluidos brujas y sanadoras de almas. Yo, soy el malabarista del fuego, me encargo de que todos coman como príncipes, pongo todo el cariño y mi alma en ello.

Este es el relato de tres familias que como consecuencia del COVID-19 nos hemos visto involucradas en una situación inesperada, pero que con la implicación nuestra y de nuestros contactos hemos logrado ayudar a 8 residencias de ancianos suministrándoles productos gratuitos por un valor superior a los 300.000€.

Estando en mi rutina diaria del gimnasio, recibí una llamada telefónica solicitándome el servicio de transporte para una paciente, desde el hospital de Cudeca en Benalmádena, donde colaboro como voluntaria, hasta Marbella donde residía la paciente. Más o menos unos 30 kilómetros de distancia. Sin pensarlo dos veces acepté. A las 12 del día estaba recogiendo a la paciente y organizándola en el coche con su equipaje.

Hola, soy Patricio Vázquez, de la ciudad de Cañar, ubicada en la sierra central de mi Ecuador. Y deseo postular como SUPERCUIDADORES 2020, por el esfuerzo que se viene realizando al tratar de bridar un apoyo en diferentes ámbitos a la gente que lo requiere, especialmente a los de mi pueblo. Son algunos años que venimos cuidando por los que necesiten de asistencia en lo físico, social, médico, alimentos etc.

Desde la calma de haber reposado toda la montaña rusa de emociones que viví durante el confinamiento y desde esta energía de paz que da haber hecho sólo lo que había que hacer, os transmito un poco de lo que para mí ha sido un antes y un después a nivel laboral, pero sobre todo personal.

Mi nombre es Juan Franco, tengo 78 años y comparto mis días con la enfermedad de Parkinson desde hace 16 años.