Ya hace 2 años que mi abuela falleció la cual yo llamaba desde niña "mamá teresa", ella fue una mujer valiente y luchadora, perdió a mi abuelo en paz descanse desde muy joven por accidente laboral y ella sola se tuvo que hacer cargo de sus hijos y salir adelante.

Me llamo Gisela Aldana, soy una mujer de 59 años de edad con discapacidad físico-motora.

Había una vez una niña que nació con sangre azul y no es porque fuera de la familia real, sino por una patología congénita en el corazón, aunque para mí es mi reina.

Mi Madre, mi Padre, mi tía Pili y mi cuñado Hassan, mis supercuidadores.

Los 78 años y los recuerdos de Esthela los lleva en dos fardos abultados. El primero con dolores en las caderas no le deja saltar como a los 15; y el segundo el de las reminiscencias la hace volver en sonrisas picaras.

Mi madre tenía 78 años, todos la llamábamos TETE, desde el momento que a veces me decía que yo no era su hija, empecé a sospechar que algo pasaba.