Cuidadora: El primer sentimiento que me transmite mi cerebro al imaginar el significado de esta palabra es el de cariño seguido de tristeza.

 

Me había mudado a casa de mis padres, que vivían en la capital, cuando ya estaba próxima a dar a luz, por otra parte, algo muy corriente en la época.

 

Desde siempre tuve miedo a ser madre. El hecho de pensar en el dolor físico que supondría parir, me horrorizaba (entonces no era habitual emplear la epidural).

 

Esta es la historia que empieza con una mujer, que con 31 años, quiso ser madre.

 

Soy cuidador, no soy enfermo de alzhéimer, soy víctima también.

 

Por mi cabeza pasaba una tormenta de pensamientos, ya no podía seguir tejiendo conjeturas.