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Hola, soy Ana Paola Orozco Salazar, vivo en la ciudad de Candelaria, en el departamento del Valle del Cauca, en Colombia. Soy voluntaria en ayudar a las personas a que aprendan sobre nuestro Creador.
Aunque la mayor parte de mi tiempo lo dedico a cuidar a mi madre de lunes a jueves, cada día de 5:30 de la mañana a 2:30 de la tarde. En sí mi labor es llegar y ordenar toda la casa porque mamá ocupa una casa en un segundo piso, esta tiene cuatro cuartos privados más la zona de uso común que mide un poco más que los cuatro cuartos.
Mamá tiene demencia Alzheimer. Su mamá también tuvo la misma enfermedad solo que acelerada porque no tuvo un tratamiento médico y mamá era cabeza de hogar, así que tenía tres hijas que cuidar: Mi hermana, mi abuela, y yo.
Entonces después de ordenar, limpio también la orina y las heces del perrito que vive con ella. Luego me dedico a cocinarle con algunos productos que he comprado el día anterior, aquellos alimentos que no le hacen daño los dejo en la nevera, y los que a ella más le gusta abusar en comerse los dejo en un cuarto.
Hace como cinco años también le administro el dinero de su pensión, con ella se paga comida, teléfono, internet, televisión, gas e impuesto predial, más transportes y gastos médicos. A mamá también le gusta ir a cine cuando se puede, y el dinero adicional de mitad y fin de año se gasta en arreglos de la casa, pagar el predial como ya había mencionado; pagar a la contadora que hace la Declaración de Renta ante la DIAN casa año, y comprar ropa sobre todo interior porque mamá, que se llama Sonia Salazar, sufre de incontinencia.
En Colombia la salud está pasando por una crisis así que tiene pendiente una terapia urinaria ya que mami no quiere usar pañales. Aunque no me quejo sino de la forma en que se tramita los medicamentos en la droguería asignada por la EPS, porque solo atiende los viernes, hay que hacer una cola de 3 horas desde la madrugada para que le den un turno de los cuatrocientos que dan y esperar si hay medicamentos.
El equipo médico si es muy bueno: Está la excelente psiquiatra, el experto neurólogo, la cariñosa psicóloga, la diligente de los diabéticos, las enfermeras, odontóloga, y la trabajadora social.
Este proceso ha sido de altibajos emocionales para muchos en la familia, pero parece que ya nos amoldamos a la nueva situación, ya sea por el conocimiento que tenemos de la enfermedad como los tratamientos mentales que se ha tenido que seguir. Y es verdad que mi hermana cuida a mamá de viernes a domingo, pero yo no he podido generar ingresos en el tiempo que dispongo, ya sea por cansancio o mis demás ocupaciones como esposa y ama de mi propia casa, y es que es mi esposo el que me lleva en moto a la casa de mamá cuando él se dirijo al trabajo y luego de venida me recoge, y es que mamá vive en el barrio El Sena de la ciudad de Cali, nos demoramos como media hora si nos vamos rápido.
También tengo a mi cuidado a mi perro de 8 años y a mi pollita de meses, ellos son mis mascotas. Claro está que mi esposo también me apoya mucho en los oficios de la casa porque en casa de mamá también me encargo de pintar tanto las paredes como las puertas, hacer ejercicios físicos con ella y también mentales. Ahora me esfuerzo para que ella esté bien emocionalmente y podamos conversar todo el tiempo mientras yo hago los oficios, sobre todo que ella converse (porque a mí abuela se le olvidó hablar un año antes de morir).
Sonia ya tiene 81 años, y yo 45, y los años no vienen solos sino llenos de enfermedades pero hay que tener en cuenta las alegrías, como la que me produce ver a mamá bailar con tanto gusto y volver a ser las persona amable y considerada que la caracteriza.