Perder altura con la edad es un proceso biológico de lo más normal, sobre todo si tenemos algunas patologías propias de la vejez. En este artículo te explicaremos el por qué de esta pérdida de altura, además de contarte si se puede parar o no.
Pérdida de altura con la edad
Todos sabemos que el ser humano ha ido ganando altura con el paso de los años. Una mejor alimentación y en general, unas mejores condiciones de vida han favorecido también a este aumento de altura.
No obstante, a medida que en nuestra tarta de aniversario los números son más altos y después de haber llegado a una altura “tope”, sucede lo opuesto, debido a que se produce una pérdida de estatura.
Y es que no es solo nuestra altura la que cambia ya que pasa algo muy similar con la distribución de la grasa corporal. O si hablamos, como de la altura, de la pérdida de facultades, también experimentamos una disminución de nuestra agudeza visual o auditiva. Esto ocurre independientemente de nuestro género o raza. En este proceso de perder altura con la edad, solo influye el paso del tiempo y no tanto las condiciones socioeconómicas.
Perder altura con la edad es normal, sobre todo si se sufren patologías propias de la vejez
¿Pero cuándo empezamos a perder altura con la edad?
Este proceso de pérdida de altura, podemos decir que empieza a partir de los 40 años.
Uno de los primeros indicadores compartidos por muchas personas es que tenemos que subir el bajo de los pantalones al mismo tiempo que, por ejemplo, cambiamos de talla debido a que nuestra forma corporal se redondea un poco.
Llegados a este punto, es necesario también aclarar que todo esto no pasa de forma repentina ni a todos por igual. Es probable que algún día nos levantamos de la cama y pensemos que nos hemos encogido, pero este momento es el resultado de varias décadas de lenta reducción ya que, según diferentes estudios, se calcula que perdemos una media de casi un centímetro cada década. Esta reducción se acelera un poco a partir de los 70 años. A groso modo, se puede calcular que la pérdida de altura será de unos 7 centímetros en total.
La pérdida de altura suele empezar a los 40 años, pero es un proceso largo y no repentino
En condiciones naturales, se conoce que hay tres circunstancias en el envejecimiento natural que son las que acentúan el hecho de perder estatura con la edad:
1. La osteoporosis, también conocida como o la disminución de masa ósea por pérdida de minerales.
2. La deshidratación y degeneración de los discos intervertebrales.
3. La sarcopenia o pérdida de tono muscular.
¿Puedo parar la pérdida de altura?
La respuesta es no. No hay un modo de parar la pérdida de altura, pero, aunque los factores y circunstancias descritas son propias del simple hecho de envejecer, se pueden paliar sus efectos.
En definitiva, la cuestión no es detener el deterioro, ya que eso es imposible porque forma aparte del propio hecho de envejecer. Lo que hay que intentar es ralentizar las consecuencias de ese deterioro.
No obstante, merece una mención especial otro factor desencadenante importante, el sedentarismo.
Vivimos en una sociedad con hábitos cada vez más sedentarios, tanto en el trabajo, el ocio, etc. La actividad física se ha vuelto casi algo voluntarista que implica tener la determinación de acudir a un gimnasio o hacer una salida concreta. De hecho, este sedentarismo tiene consecuencias más graves más allá de perder estatura con la edad como problemas cardiovasculares o diabetes, por ejemplo.
Si hablamos un momento de actividad física, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud sobre este aspecto y dirigido a la tercera edad es de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica moderada a la semana.
Nos puede parecer algo obvio, pero mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio moderado y de manera reiterada nos puede llevar a evitar o atenuar problemas más importantes como los que comentábamos antes como sarcopenia, osteoporosis, diabetes, etc. factores que agravan el hecho de perder estatura con la edad.
No podemos parar la pérdida de altura, ya que es algo propio de la vejez, pero sí podemos cuidarnos a lo largo de nuestra vida para que esta pueda ser mínima
Para acabar, hay que tener claro que nuestro ADN nos hará más propensos a unas características o afecciones que a otras, pero estas recomendaciones benefician a todas las personas.
No se trata de vivir más años (que también) sino de vivirlos de manera más saludable. Así mismo, no hay que agobiarse con esta pérdida de centímetros, sino de aceptarlo como algo normal.
Lo más importante es pensar siempre en que el mejor plan de pensiones que hay en nuestra vida es el autocuidado. Y es que cuanto antes empecemos a tener una vida sana más se notarán los efectos a medida que nos hacemos mayores.
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