El esposo de mi prima bélgica, Cadet, la cual está haciendo su pasantía en medicina, se dedica a ser motivador político. El Covid-19 coincidió con la etapa política de la Republica Dominicana, la cual se celebró en el pasado mes de julio. Pero desde marzo las reuniones y asamblea políticas no se detuvieron, y Romer Bernard, hombre joven y robusto, PLDista no dejó de luchar porque su partido llegara al poder.
A veces en mi amado país son algo incrédulo y no creían mucho en la existencia de este nuevo y misterioso virus. Para no cansarle, mi pri-cuñado junto con el líder de su candidatura comenzó a mostrar síntomas, como familia unida, decidí cuidarle. Pues mi prima en su pasantía no podía contagiarse. Algo raro, son esposos y el salió positivo y el negativo. Su pequeña niña Romelis también estaba negativa.
El primo Romer comenzó con fiebres altas, él es moreno y su piel se tornó media amarillenta. Le daban escalofríos. Perdió el sentido del gusto y del olfato. Se sentía muy débil.
Lo llevé al hospital de manzanillo, donde le dieron la receta de los medicamentos a tomar, lo enviaron a casa en reclutamiento domiciliario. Pues el esperaba bien. A las dos semanas presento diarrea fuerte. Casi no podía caminar por la debilidad. Se sentía la respiración posada. Pero los antibióticos fuertes ayudaron y él pudo sobrepasar el Covid-19 en dos meses.
Una bendición.