Mi nombre es Sharon López C, soy ecuatoriana, nací de buenos padres que me enseñaron cosas muy importantes en la vida, en primer lugar, el amor y el respeto a Dios, en segundo lugar el amor y el respeto a las personas y en especial a los mayores ya que un día seremos como ellos.

Desde pequeña veía como mis padres llevaban todos los meses, sacos de comida a los asilos de ancianos, a los orfanatos y los donaban, de grande cuando aprendí a conducir yo llevaba a mi mami a hacer las donaciones, mientras mi papi trabajaba, entonces comprendí lo que hacían.

 

Por mi primer divorcio vine a vivir España, recordé lo que mis padres siempre me han enseñado, pero esta vez tenía que poner en práctica. He cuidado a personas mayores, con la cadera rota, personas mayores que han tenido derrame cerebral, las cuales he ayudado hasta su recuperación, personas que han salido del hospital, en silla de ruedas y con movilidad de grúa, a todas estas personas las he ayudado psicológicamente, animándolas a salir adelante, ya que lo que tienen es pasajero y con fe, fuerzas y ganas, todo se puede superar.

A todas estas personas les hacía conversación y preguntas de como era su ciudad en su juventud, etc. para que pudieran recordar y comenzaran a activar su mente, comenzaron a reír, por sus recuerdos que me contaban. Cuando salíamos al parque las personas hablaban del cambio, cuando los familiares veían sus progresos, daban gracias a Dios y me felicitaban por el progreso de sus padres; Como soy masajista, me gusta darles pequeños masajes en piernas y brazos en la espalda, para ayudarles con la circulación cuando están postrados en cama, he cogido a los mayores que he cuidado con escaras en espalda y en glúteos, los he curado y no les ha vuelto a salir mientras los cuidaba, me he ingeniado para asearlos desde la cabeza a los pies, mientras están en cama.

 

Puedo decirles que todos los mayores que he cuidado, han vuelto a ser independientes, algunos parcial por otras limitaciones y otros total, me gusta este trabajo, porque veo el cambio y su manera de ver la vida en las personas que cuido después de lo ocurrido, y también porque cuando los cuido, siento que estoy cuidando de mis padres.

 

Soy una supercuidadora, porque las personas mayores son mis personas favoritas, porque me gusta aportar mis conocimientos e incluso me gusta investigar, como poder ayudarla de acuerdo a la enfermedad que estén padeciendo, o cómo hacer que tengan otra perspectiva de su padecimiento, lamentablemente en estos tiempos del Covid19, no he podido cuidar de ningún mayor porque yo me contagie del virus y estuve ingresada gracias a Dios pude salir adelante.

Hace poco me llamaron del hospital Reina Sofía, para participar como voluntaria, en una investigación del Covid19, como superviviente del virus. Con esta enfermedad se cómo uno tiene que protegerse, para no contagiar a nuestros mayores y también se lo importante que es darles apoyo emocional ya que esta enfermedad afecta el sistema inmunológico y es muy importante hacerles sentirse queridos a pesar de lo que esté sucediendo para que siempre estén animados y no se desanimen par la situación, ahora estoy volviendo a buscar trabajo en los centros de mayores, para seguir ayudando a mis personas favoritas en su día a día.