Era un 6 de mayo del 2016 que deje a mi familia, amigos y mi país Colombia, para aterrizar en la ciudad de Santiago de Chile, cargada con 2 maletas, sueños y muchas ilusiones.
Mi nombre es Claudia Lorena Cajiao Escobar, tengo 35 años de profesión Fonoaudióloga pero con muchas aptitudes empíricas porque al llegar a un país que no es el tuyo debes hacer trabajos varios. Al pasar dos meses de realizar documentos para validar mi título y legalizar mi estadía, entro a trabajar un 21 de julio del 2016 como cuidadora de Adulto mayor, tomó un bus con rumbo a la costa, el litoral central de los Poetas Chilenos donde yacen sus cuerpos como el de Pablo Neruda y Vicente Huidobro amigos del poeta Nicanor Segundo Parra Sandoval, él es el hombre al cual cuide como cuidadora y profesional por 2 años y los más lindos vividos, que en este momento pienso en las palabras de su hija al decirme el día de su muerte: “le diste a mi padre mucha felicidad”, ahí es donde me pregunto;¿quién le dio a quien felicidad?.
Nicanor Parra, Poeta, matemático, físico nace un 5 de septiembre en San Fabián de Alico de 1914, creador de la Antipoesia, el mayor entre sus hermanos artistas y músicos como lo fue la muy reconocida su hermana Violeta Parra, cantante de música popular Chilena.
Es así como empieza mi trabajo de cuidadora informal al lado de una figura importante en este país, con algunos comentarios que me daban sobre su apreciación de la personalidad y carácter que presentaba pero que hoy puedo decir que cuando no entras a la vida de una persona y compartes tantas vivencias, experiencias y sobre todo pasas tiempo con ella no puedes conocer, solo lo que dicen a vox populi.
Con sus 101 años presentaba dificultad en sus piernas para caminar, con bastón, poco a poco hasta llegar a silla de ruedas.
El cuidado respectivo era: Higiene corporal y oral, alimentación, movilidad, vestirse y a nivel profesional trabajamos: preparación para el acto de masticación y deglución ya que presentaba anodoncia parcial (ausencia de dientes), a nivel cognitivo: memoria, calculo, lenguaje, atención, comprensión, orientación. También recibíamos sol en la terraza en las mañanas observando el mar y también escuchando canciones como (guantanamera) de varios artistas de su época, como también platicábamos de su niñez, sus padres y con fotos que le mostraba de forma digital, así podría ir ubicando nombres de sus familiares y empezaban sus anécdotas.
En las mañanas se despertaba muy cariñoso le realizaba masajes en sus pies para que no le dieran calambres, lo lleva al living donde posteriormente le llevaba su desayuno con exquisitas naranjas, huevos, pan y café. En el transcurso de la mañana realizábamos ejercicios de manos piernas en flexión, y me enseñaba a bailar la famosa “Cueca” ya que fue profesor en el sur del país de este baile nacional, cuyas letras románticas y costumbristas no duraban más de 2 minutos, al igual que empecé a bailar Rapa Nui, una danza de la “Isla de Pascua”, nos divertíamos mucho porque sin saber bailarlo lo intentaba y el gozaba con ver mis pasos. Aprendí a cocinar platos típicos chilenos pero también le preparaba platos típicos colombianos los cuales le encantaban.
En las tardes leíamos como de costumbre, su libro favorito era “Hamlet” al igual que para los dos lo era “Don Quijote de la mancha”, versiones que las tenía en muchos idiomas y que podía relatarme un párrafo entero sin leerlo al pie de la letra en inglés o español. Su mente era prodigiosa pero claro con la edad también se verían algunas secuelas que se empezaban a notar.
Las tardes eran maravillosas aprovechaba todo el tiempo que estuviera despierto para que me enseñara ruso ya que sabía muchos idiomas, me corregía pronunciaciones y me contaba cómo fue su vida, la personal, la profesional pero también como llego a ganar tantos premios como “Premio Nacional de Literatura”, “Premio Miguel de Cervantes”, hasta fue postulado al “Premio Nobel” pero ese tema lo dejamos clausurado y no se habló nunca más.
En las noches le daba de cenar y lo acostaba dándole siempre la bendición, con sus sarcasmos no podía saber si era creyente o no, pero muchas veces rece mi rosario de la virgen a su lado y el solo me miraba. Siempre le decía que Dios y la virgen nos bendecia y nos tendría bien de salud que era lo más nos importaba para seguir cultivando nuestra linda amistad. Su talento de hacerme reír y darme más amor del que yo le daba era inconmensurable, es así como empíricamente me iba formando en cuidadora, me daba muchos consejos; que siguiera estudiando, que no fuera a dejar este país sin poder perseguir mis sueños, y yo solo le decía que me daba por bien servida a ver llegado a su vida así fuera un tiempo pero lo aprendido como experiencia que era mi trabajo para poder estar en este país se convirtió en la experiencia más gratificante y linda de mi vida.
Fue un hombre muy reconocido en el mundo y yo tenía el privilegio de poder trabajar para él. Con el tiempo le tomaba más cariño y puedo decir que es un ángel en mi vida, el abuelo que no tuve.
Después de su muerte lo cual fue un golpe profundo en mi corazón del cual sigo superando cada día, sigo trabajando de cuidadora independiente con adulto mayor con Alzheimer, Acv, Hipertensión, etc.
Me quedo con la satisfacción de saber que desde el cielo me cuida y se siente orgulloso de poder ver mis logros de sacar mis estudios de Gerontología para tener más experiencia, más conocimientos y poder ayudar, brindándoles todo mi profesionalismo y también amor a todas las personas mayores que tanto necesitan de gente que aparte de cuidar les de calidad de vida y mucho amor como yo la di por él y por muchos más que he cuidado hasta el día de hoy.