Para mi esta experiencia es algo muy difícil de explicar con palabras, porque es comunicar lo VIVIDO, algo muy bonito y muy duro.
Además de cuidar a mi madre las 24 horas del día, también es mi profesión, la cual adoro y realizo con el mismo cariño y amor que puse con mi madre.
A pesar de tener mi certificado profesional y algunas cosas más, lo VIVIDO con mi familiar me aportó una sabiduría e improvisación día a día, según la evolución de esta MALDITA ENFERMEDAD “ llamada” ALHZEIMER, que al principio no la entiendes porque es algo totalmente nuevo y que no tienes otro remedio que informarte y asesorarte de cómo enfrentarte a ello.
Tarea con la que al principio hay que sobre llevar, ( estrés, angustia, confusión, gritos, llantos ocultos y tantas cosas más)
Ganamos muchas cosas y perdemos otras, en el camino pero al final, yo personalmente sé, que me quede con una conciencia muy tranquila y con la sensación de saber que hice absolutamente TODO, lo posible , YA NO HAY MAS, de verdad , y también sé que ella, “ mi madre” lo sabia. Yo lo sentí así, y eso es lo más bonito que te puede pasar…
Luego bien el duelo, otro trago más… y ahora después de pasar 4 años en mi trabajo me siento más involucrada y aporto toda mi experiencia a todos mis residentes.
Se cambia mucho la vida, pero te vuelves mucho más humana, humilde y mejor persona.
Apoyo, animo y también doy las gracias a todos los cuidadores y sobre todo a ustedes.
Un saludo con todo mi cariño.