Cuando pensé presentarme a este concurso pensé también que era imposible que nuestras historias se pudieran contar con palabras escritas.

Primero porque mi fuerte no son los relatos ni historias escritas y segundo porque faltan nuestras sonrisas, ilusión y felicidad que si se aprecian mejor en las fotos y en la canción que acompaña el video.


La historia que contamos es la de Li, pero por supuesto, y especialmente la de su madre y sus fuertes redes de cuidadores con las que cuenta. Esa madre soy yo. Da mucha vergüenza hablar de sí mismo y alabarse, pero estoy muy orgullosa de haber superado las expectativas de profesionales de la adopción y de parte de la población próxima que pensaba que el hecho de tener una enfermedad física grave no me iba a poder permitir de cuidar a Li . Yo sabía, y no me equivoqué, pensando en que TODOS MIS AMIGOS, TODA MI FAMILIA Y TODA LA GENTE CON EMPATÍA estamos fuertemente comprometidos con los cuidados mutuos.


Yo tengo la enfermedad de Still desde los 7 años, eso me impedía poder tener hijos biológicos pero no ejercer de madre porque he aprendido de mis padres que ser madre es más que parir. Es dar valores, cariño, apoyo, acompañar, llorar y reír con tu familia y los tuyo. Es apoyarte y dar apoyo. Es ser parte y no necesariamente autosuficiente, porque donde no llegas tú, llegas con otros.


Li tiene Autismo y sorprende la capacidad que para dejar abrazarse, besar y buscar protección. Es el legado a mi hijo. El cuidado de muchas personas en un bucle sin fin.

Y para mí, tiene un significado especial porque nuestra historia no es única. Es la de muchas personas de mi Entidad y la de muchas otras. Todos somos supercuidadores.
Con mi enfermedad, con mi hijo, con sus características… Soy feliz porque nunca nos sentimos solos.

 

                                              

 

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