María José nos envía un relato de amor hacia su madre. Las vivencias que ha tenido con ella a lo largo de los años y las experiencias que ha sentido a su lado. Esta es su historia:
Mami, hoy quiero escribir esta carta que marcará el término de una etapa de nuestras vidas juntas para poder continuar y hasta que Dios así lo quiera dándote todo lo que necesitas, cuidados, comprensión y sobre todo el amor que te mereces.
Hoy quiero agradecerte por darme la vida, por procurarme un ambiente sano, seguro y feliz durante toda mi niñez y adolescencia. Gracias por preocuparte siempre de mis necesidades y por evitarme cualquier situación de preocupación o dolor.
Fuiste siempre una buena madre y quiero expresarte que nunca me faltaron abrazos, besos y “te quiero”.
Creo haber sido siempre una hija buena y obediente y no haberte causado muchos dolores de cabeza, sin embargo no sé cuanto sufriste a escondidas en cada fracaso o situación dolorosa por la que yo pasé. Por un lado quiero pedirte disculpas por todo esto y por otro te perdono porque te sentí lejana cuando tanto necesitaba de tus consejos de madre.
No tengo palabras para agradecerte todo tu apoyo y acogida que me diste cuando quedé viuda. Fuiste parte importante en mi. Aproximadamente a tus 65 años empezabas a tener problemas de memoria y alteraciones en tu forma de ser y yo sin saber que era el comienzo de una enfermedad mental no te comprendía, no entendía por qué me tratabas tan mal, por que me decías tantas cosas que me lastimaban y me hacían evitarte para no sufrir tanto. Hoy te quiero pedir perdón por eso y por todas las veces que no te tuve paciencia. Creo que en ese tiempo el dolor y mi ignorancia sobre la enfermedad no me permitían demostrarte mi cariño que tanto necesitabas.
Quiero que sepas que te perdono por todo lo que conciente e inconcientemente me dijiste, por haber cambiado tanto dejando de ser tú e irte de mi lado como madre. Te perdono por haber cambiado los papeles, yo no quería tomar el papel de mamá tuya. Te perdono por necesitar tanto de mi cuando aun yo aún te necesito y por todos los momentos que aunque estás ahí a la vez estas ausente.
Los primeros años de tu enfermedad fueron para mi muy desgastantes al tratar de entender, aceptar y a la vez tratar de que todos mis hermanos participaran y reaccionaran de igual manera, creyendo que al dividir las tareas y los tiempos todo sería mas llevadero y tu podrías estar siempre bien atendida….Y tardé en comprender que eso era solo un sueño y que no sería así, que cada uno daría lo que es capaz y aunque renegué muchas veces de ser a mí a quien le tocara lo mas pesado, o mas bien casi todo lo relativo a tus cuidados, ahora te doy gracias y doy gracias a Dios por el privilegio de poder atenderte, de velar día a día, minuto a minuto por tus necesidades.
Este último año he estado apoyada y orientada por la Asociación Alzheimer y he logrado ver la enfermedad de una manera diferente, he podido expresar todos esos sentimientos de tristeza, rabia, impotencia, desesperación... que guardaba en un ambiente de comprensión y cariño entre personas que están viviendo lo mismo que yo y con todo esto, ahora he logrado ver esto como algo difícil pero no imposible de llevar. Doy gracias a Dios por Su luz y por encaminarme hacia ellos ya que cría que esta enfermedad era intolerable, insoportable, desgarradora y muy desgastante, ya no podía verle nada bueno y ahora a 7 años de su inicio puedo ver las cosas tan distintas.
He pasado algunas crisis y he caído enferma ya que esta enfermedad además de consumirme física y mentalmente, me causa un conflicto emocional al tratar de aceptar cada cosa que vas perdiendo, cada paso que das para atrás y sobre todo aceptar que YA NO ERES TÚ. Todo esto se lo voy ofreciendo a Dios por ti para que no permita que sufras, para que si es posible no llegues a las últimas etapas de esta enfermedad que me parece serán muy duras. Le pido que me permita entender Su voluntad, aceptarla y si El así lo dispone, poder ayudar a otros que estén pasando por la misma situación.
Gracias mami por haberme enseñado a amar a Dios, esto es lo mas valioso que tengo. Recuerdo cuando era muy pequeña que rezábamos contigo el rosario y ahora cuando quiero tranquilizarte comienzo a rezarlo a tu lado y aunque no recuerdas como hacerlo, después de un rato tratas de contestar.
Mami yo sé que tú ya te ganaste el cielo y ahora eres como una niña pequeña con miedos e inseguridades, dependiente totalmente de otros pero creo que por ti y por esto que Dios ha permitido que vivas, se me da la oportunidad de yo también poder ganármelo aún con todas mis debilidades y flaquezas humanas, tratando de perseverar en la paciencia, la tolerancia, la entrega total y todo lo demás en lo que Dios quiera formarme. ¡!ESTO ES MARAVILLOSO!!! Gracias.
No sé si mientras estabas sana te dije lo mucho que te quiero pero en este tiempo en que he recibido todos los “te quiero” que nunca había oído de ti, quiero aprovechar cada día para demostrarte todo mi amor con abrazos, con besos, con palabras y sobre todo con mis acciones. Esto es algo nuevo para mí. Es un gran regalo.
Sé que tengo que decir adiós a tantas cosas pero me agrada saber que lo puedo hacer aún en vida y que me ayudará a seguir en este camino dándote lo mejor posible y proporcionándote eso que nunca dejarás de sentir, MI AMOR.
Hoy voy a decir adiós a mi madre como yo la conocí y creí que siempre sería igual.
Adiós a ser hija para pasar a ser madre de ella.
Adiós a contar con una madre para ahora ser parte importante de su vida.
Adiós al sueño de una familia perfecta y al mismo tiempo aceptar con paz lo que me tocó vivir.
Adiós a recibir de ella y dedicarme solo a dar.
Para terminar solo quiero decirte que espero que durante el tiempo que te quede junto a mí, pueda yo darte todo lo que mereces y devolverte aunque sea un poco de lo mucho que siempre me diste tu a mí. Espero que el día que Dios te llame a Su lado me sienta con la satisfacción de haber cumplido y con eso me regale su Paz. Como yo siempre digo NADIE DESAPARECE DE LA VIDA DE UNO SI A SABIDO IMPRIMIR BUENAS HUELLAS.
TE QUIERO CON TODO MI CORAZÓN.