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Un día nos despertamos y no sabíamos que hacer, la COVID-19 nos estaban invadiendo y la información era angustiosa y abrumadora, todos estábamos perdidos y con mucho miedo.

Unos pequeños grupos de personas sensibles o comprometidas con sus vecinos decidimos echarnos a la calle y dar ayuda a las personas más vulnerables a pesar de que por esta dedicación corríamos un gran riesgo, porque podíamos convertirnos en trasmisores y ello nos hacía vivir en continua tensión por ambas responsabilidades.

En la Comunidad de Madrid los grupos de Ayuda Mutua se auto organizaron y llegamos a ser 67. En nuestro distrito, éramos 13 colectivos de vecinos que empezamos a ayudar a quien nos llamaba por teléfono por distintos motivos, y la Administración no reaccionó para ayudar, y no le dio la importancia que realmente tenia. Esta propagación de COVID-19 se seguía extendiendo por los sitios más insólitos del mundo.

La ayuda empezó a llegar un lunes, desde muy lejos una persona nos llamó y nos comentó que podría hablar con el Alcalde de su pueblo a ver si conseguía echar una mano y lo consiguió.

En nuestro distrito fuimos audaces y mediante las Redes Sociales coordinamos las ayudas que estábamos recibiendo de empresas y de pequeños comerciantes de nuestras zonas y así pudimos repartir los alimentos que recibíamos.

Paso el tiempo y se consolido la Red de Apoyo Mutuo para dar respuesta a estas familias que no tenían recursos y ayudar también a aquellos que no podían salir a la calle, como madres de familia, personas con distintas enfermedades o discapacidades, personas mayores.

Un día nos comentaron que habían encontrado muertas a una pareja de personas mayores que vivan solas y por miedo a salir a la calle se produjo este drama, ya que, la COVID-19 seguían invadiendo con más fuerza la mente de las personas.

La situación llego a ser tan grave, que a nuestros teléfonos nos llegó entre otras una llamada desde EE.UU. para explicarles como estábamos consiguiendo auto organizarnos para ayudar a los más invisibles de esta sociedad.

Cuando empezamos hacer acopio de alimentos y recoger ayudas económicas nos llegó un apoyo moral muy grande, ya que, una vecina se acercó a una voluntaria y le dijo: ¡¡gracias por estar ahí abajo, sé que si me pasa algo cuento con vosotros y puedo dormir más tranquila!! También hubo familias que se resignaban y no querían reconocer y aceptar que necesitaban ayuda y que pensaban que habría alguien peor que ellos, cuando ellos comían una vez al día.

Nuestra dedicación nos llevó a sacar algunas familias de la calle, y darles una alternativa de vida más digna, tarea difícil, porque tuvimos que empatizar poco a poco con ellos para conseguir que confiaran en nosotros, y así poder conseguir que no tuvieran que seguir durmiendo en el coche, o en el caso de una mujer que habitaba en el parque del barrio, y que dormía con una navaja para defenderse de los lobos de la calle.

Nuestro grupo consiguió dar ayuda a más de 975 familias que suponían alrededor de 4200 personas que tenían 420 niños y 140 bebes, fue un esfuerzo titánico, que no se nos olvidara nunca.

 

Tras cuatro años estamos consiguiendo entre todos y todas hacer posible algunos de nuestros objetivos. Pero seguimos esperando que la Administración Local que no estuvo en esos tiempos tan sumamente difíciles a todos los niveles, ya que, en aquellos momentos cuando tuvimos una reunión con el Concejal del distrito, cual fue nuestra dura sorpresa al comentarnos que se coordinarían las ayudas, una vez eliminada la COVID-19 y sus efectos. Pero a día de hoy seguimos luchando para cambiar el rumbo de los vulnerables del barrio. Las nuevas tarjetas familia aprobadas en Bruselas solo ayudaran a familias no monoparentales, eso conlleva dejar a otros vulnerables fuera del sistema.

Entre nuestras múltiples tareas, existe un grupo que se encarga de llevar las ayudas que conseguimos a familias y personas en soledad, que por distintos motivos se ven impedidos para poder bajar a recoger los alimentos y otros productos, como son los de higiene de bebes, de higiene femenina, limpieza del hogar, etc. También, desde siempre en estas fechas de principio del curso escolar, se recoge y organiza la entrega de material escolar, para dárselo a las niñas y niños de la Red, que actualmente tenemos registrados 124. Dentro de poco, comenzaremos con la recogida de juguetes para los reyes.

 Y así entre todos vamos consiguiendo hacer un barrio más Solidario y Humano.