Nací el 24 de Agosto de 1994, en Santa Cruz (Bolivia)

Llegué a España a los 8 años. Estudié en el Colegio María Moliner de Villanueva de la Cañada (Madrid).

Desde los 17 años trabajo como cuidadora de personas dependientes, ya que desde pequeña lo viví con mi madre, que era también cuidadora.

 

Soy una persona positiva, alegre, y cariñosa, con mucha empatía hacia los mayores. Siempre me ha gustado la relación con estas personas para conseguir que su vida sea más agradable en el día a día.

Me resulta altamente gratificante participar en sus logros y alegrías, y ayudar a conseguir que progresen física y psíquicamente . Siempre siguiendo los consejos de sus médicos y mi intuición.

 

Mi experiencia profesional ha sido:

Tres años interna con una señora inválida. (María Victoria Cantos Aragón). Incluso viajando con ella a Málaga, haciéndole los ejercicios que me enseñó su rehabilitador del Hospital de la Princesa en Madrid.

 

Dos años con un matrimonio mayor (93 y 94 años), con demencia senil hasta su fallecimiento. (Víctor Fernández y Regina González). Además de los cuidados básicos (levantarlos, asearlos, darles de comer, medicación, acostarles, etc.), charlaba con ellos procurando recordarles su vida gracias a los comentarios que me hacían sus hijos.  

 

Con una señora de 90 años semi-dependiente, (Mª del Carmen Bayón), haciéndole también los cuidados básicos, ayudándole a que caminara algo, haciéndole ejercicios mentales, jugando con ella, como al parchís o las cartas. Leyendo y comentando libros, etc.

Desde su fallecimiento cuido a su bisnieta, a la que vi nacer. Siendo una experiencia totalmente diferente pero igualmente gratificante.

 

Comentarios de los familiares de las personas que he cuidado, escrito por ellos, que obran en mi poder:

  • Juan Isidoro Fernández González, Policía Municipal de Villanueva de la Cañada (Madrid) “Es una persona responsable, seria y muy profesional. Les proporcionó a mis padres un cariño y atención especial.”
  • Elena Ariño Bayón “Mónica es tan alegre y cariñosa que hizo que mi madre estuviera optimista en sus días tristes. Le ayudó a hacer progresos en su movilidad. Incluso la médica de familia ponderó su profesionalidad. La trató con mimo, parecía una nieta en lugar de su cuidadora”.

Son estos comentarios los que me hacen querer seguir ayudando a la gente y continuar aprendiendo para hacerme cada vez mejor profesional. Para lo cual sería para mí muy importante conseguir el “Certificado Oficial en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes”.