Cuando el nivel de sodio en la sangre es demasiado bajo, se produce una condición llamada HIPONATREMIA, que puede causar síntomas como confusión, debilidad, mareos, náuseas, convulsiones e incluso coma.
En este artículo, te explicaremos qué provoca la falta de sodio en personas mayores, cómo reconocer sus síntomas, qué alimentos lo contienen y qué actividades puedes realizar para prevenirlo o tratarlo.
La falta de sodio en personas mayores es un problema de salud que puede tener graves consecuencias. El sodio es un mineral esencial que ayuda a regular el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo, así como la presión arterial y el funcionamiento de los nervios y los músculos.
¿Qué provoca la falta de sodio en personas mayores?
- La ingesta insuficiente de sal o de alimentos ricos en sodio, ya sea por una dieta restrictiva, por problemas de masticación o deglución, o por una pérdida del sentido del gusto.
- La pérdida excesiva de sodio a través de la orina, el sudor o las heces, que puede ocurrir por enfermedades renales, hepáticas o intestinales, por el uso de ciertos medicamentos (como diuréticos, antihipertensivos o antidepresivos), o por una sudoración excesiva debido al calor o al ejercicio físico.
- El desplazamiento del sodio desde el espacio extracelular al intracelular, que puede suceder por una alteración del equilibrio osmótico, por ejemplo, por una hiperglucemia, una deshidratación o una intoxicación por agua.
- El envejecimiento, que implica una disminución de la masa muscular, una menor sensibilidad a la sed y una menor capacidad de adaptación a los cambios de temperatura.
Estás son solo algunas causas que pueden encontrarse por la falta de sodio en personas mayores.
¿Cómo reconocer los síntomas de la falta de sodio en personas mayores?
Estos son los síntomas de la falta de sodio en personas mayores. Recordad que pueden variar según la gravedad y la rapidez con que se produzca la hiponatremia.
- Dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad, apatía, somnolencia o dificultad para concentrarse.
- Náuseas, vómitos, pérdida de apetito, calambres abdominales o diarrea.
- Mareos, inestabilidad, caídas, confusión, alucinaciones, agitación o delirio.
- Convulsiones o coma.
Es importante detectar y tratar la falta de sodio en personas mayores lo antes posible, ya que puede provocar complicaciones graves como edema cerebral, insuficiencia cardíaca, hipotensión, shock o hemorragia cerebral.Las personas no deben excluir la fruta de su dieta.
¿Qué alimentos contienen sodio?
El sodio se encuentra principalmente en la sal de mesa, que está compuesta por cloruro de sodio. La cantidad recomendada de sal para las personas mayores es de unos 5 gramos al día, lo que equivale a una cucharadita. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos alimentos procesados, enlatados, congelados o precocinados contienen sal añadida, por lo que es conveniente leer las etiquetas nutricionales y elegir los productos con menos sodio. Algunos ejemplos de alimentos ricos en sodio son:
- Embutidos, jamón, salchichas, patés o fiambres.
- Quesos, mantequilla, margarina, leche en polvo o yogures con sabores.
- Sopas, caldos, salsas, aderezos, condimentos, vinagres o mostazas.
- Pan, galletas, cereales, snacks, frutos secos o palomitas de maíz salados.
- Conservas de pescado, marisco, verduras, legumbres o frutas.
¿Qué actividades se pueden realizar para prevenir o tratar la falta de sodio en personas mayores?
Para prevenir o tratar la falta de sodio en personas mayores, se pueden realizar las siguientes actividades:
- Beber suficiente agua, pero sin excederse, ya que puede diluir el sodio en la sangre. Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, salvo que haya una contraindicación médica.
- Consumir sal y alimentos con sodio de forma moderada, pero sin eliminarlos por completo, ya que son necesarios para el organismo. Se puede usar sal yodada o sal marina, que tienen más minerales que la sal común, y se puede potenciar el sabor de los alimentos con hierbas, especias, limón o vinagre.
- Consultar al médico sobre los medicamentos que se están tomando, ya que algunos pueden afectar al nivel de sodio en la sangre. Se debe seguir la dosis y la frecuencia indicadas, y no automedicarse ni suspender el tratamiento sin consejo médico.
- Hacer ejercicio físico de forma regular, pero adaptado a las condiciones y capacidades de cada persona. El ejercicio ayuda a mantener la masa muscular, a mejorar la circulación, a regular la presión arterial y a eliminar el exceso de líquidos y sodio a través del sudor. Se recomienda hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada al día, como caminar, nadar, bailar o hacer gimnasia.
Controlar el peso, ya que el sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares y renales, que pueden alterar el nivel de sodio en la sangre. Se aconseja seguir una dieta equilibrada, variada y saludable, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado, carnes magras, huevos y lácteos desnatados, y pobre en grasas saturadas, azúcares y alcohol.
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