Hoy como cada 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad crónica y progresiva que provoca una disminución de la masa ósea. Así, los huesos se vuelven más frágiles y por lo tanto se rompe con mayor facilidad. Cerca de 3 millones de personas tienen osteoporosis en España, siendo en su mayoría mujeres.
Según la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (FHOEMO), la osteoporosis aparece con más frecuencia tras la menopausia, ya que los niveles de estrógenos, que juegan un papel crucial en el mantenimiento de un equilibrio saludable entre la destrucción y la regeneración ósea, caen y los huesos se vuelven más frágiles. De hecho, cuatro de cada cinco personas con fractura osteoporótica son mujeres.
Las personas con fracturas previas tienen un riesgo de dos a cinco veces mayor de sufrir otra fractura
La osteoporosis aparece con más frecuencia tras la menopausia ya que los niveles de estrógenos disminuyen. Éstos son necesarios para establecer un equilibrio entre destrucción y regeneración ósea. Al perder talla, nos parece normal que sufrir fracturas sea un achaque de la edad pero nada más lejos de la realidad. Debemos tener claro que las fracturas osteoporóticas son consecuencia de una enfermedad y se pueden evitar. Dichas fracturas son frecuentes en las vértebras, la cadera y la muñeca.
Esta enfermedad no provoca síntomas hasta que no se produce la primera fractura. Para entonces, puede estar muy avanzada, por lo que es conveniente conocer los factores que aumentan el riesgo de padecer una fractura osteoporótica para poder tomar medidas que permitan prevenirla.
Según la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF), una de cada 3 mujeres y uno de cada 5 hombres mayores de 50 años, sufrirá una fractura osteoporótica. Al año, el número de fracturas osteoporóticas en mujeres es más alto que la suma de casos de infartos, cáncer de mama y embolia.
Causas más frecuentes de Osteoporosis
Tener antecedentes familiares | Deficiencia de estrógenos | Haber tenido una fractura previa |
Escasa actividad física | Alimentación pobre en calcio y/o vitamina D | Enfermedades endocrinas y determinados fármacos |
También influyen otros factores que pueden incrementar el riesgo de padecer osteoporosis. El hábito de fumar, el elevado consumo de alcohol de forma abusiva, el sedentarismo o estar excesivamente delgado son algunas posibles causas.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la osteoporosis postmenopáusica se realiza mediante de una prueba indolora denominada densitometría, que mide la densidad de tus huesos, con el consiguiente diagnóstico temprano de la osteoporosis y su valoración. Es decir, que a menor densidad, mayor riesgo de fractura. Los resultados de la densitometría:
Normal Puntuación superior a -1 (masa ósea normal) |
Osteopenia Puntuación entre -1 y -2,5 (masa ósea baja) |
Osteoporosis Puntuación inferior a -2,5 (masa ósea especialmente baja) |
El tratamiento, fundamental
Todas las enfermedades crónicas requieren que se siga el tratamiento estipulado por el médico para contribuir a mantener la resistencia de los huesos. Pero lo cierto es que a veces se abandona. Una de cada dos mujeres abandona el tratamiento tras el primer año. La falta de síntomas evidentes suele engañar a la persona que sufre osteoporosis, haciéndola olvidar que padece la enfermedad.
El cumplimiento del tratamiento y un estilo de vida adecuado, además de una correcta alimentación y actividad física, contribuirá al mantenimiento de nuestra masa ósea. El tratamiento osteoporótico deberá complementarse con una ingesta de calcio y vitamina D adecuados.