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La ostomía es una intervención quirúrgica en la que se practica un orificio en el abdomen para sacar fuera el tubo digestivo o urinario, a través del cual expulsamos las heces o la orina. Por ello, hay que colocar una bolsa para su recogida.

Por qué se produce la ostomía

La ostomía se produce en aquellas personas que tienen alterada la función digestiva o urinaria debido a un cáncer, una enfermedad inflamatoria intestinal o un traumatismo, entre otras.

Se habla de colostomía cuando se realiza la abertura para que el intestino grueso asome y así eliminar las heces y los gases. Se realiza una ileostomía para sacar al exterior parte del intestino delgado y la urostomía se practica para dar que pueda salir la orina a través de un trayecto diferente al recorrido normal.

¿Qué síntomas pueden aparecer antes y después de una ostomía?

Los síntomas que se pueden presentar antes y después de una ostomía dependen del tipo de ostomía, de la causa que la originó y de la adaptación del paciente. Algunos de los síntomas más comunes son: 

  • Antes de una ostomía: los síntomas que se pueden presentar antes de una ostomía están relacionados con la enfermedad o lesión que la motiva. Por ejemplo, se puede experimentar dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, sangrado rectal, incontinencia urinaria, infecciones urinarias, fiebre, pérdida de peso o anemia.
  • Después de una ostomía: los síntomas que se pueden presentar después de una ostomía están relacionados con el proceso de cicatrización y adaptación a la nueva situación. Por ejemplo, se puede experimentar dolor o molestias en la zona del estoma, inflamación o irritación de la piel alrededor del estoma, sangrado o secreción del estoma, obstrucción o fuga del estoma, infección o hernia del estoma, cambios en el aspecto o el tamaño del estoma, cambios en el hábito intestinal o urinario, deshidratación o desequilibrio electrolítico, problemas nutricionales o digestivos, problemas psicológicos o emocionales.

¿Qué puede hacer una persona con ostomía?

Las personas que sufren una ostomía pueden llevar una vida prácticamente normal. Pueden hacer deporte, ir a la playa, bañarse en la piscina y tener relaciones sexuales. Pero deben poner especial atención en el cuidado de su bolsa, así como en su higiene diaria.

Es importante mantener la piel que rodea el estoma limpia y seca. Hay que lavar estas zonas suavemente con agua y jabón. En caso de que se noten pinchazos o ardor, puede ser porque haya fugas y que la piel se esté irritando al entrar en contacto con las heces o la orina.

En España existen más de 100.000 personas ostomizadas

 

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