Hoy, 5 de mayo, se celebra el Día Mundial del Asma bajo el lema "Puedes controlar tu asma". Enfermedad que afecta a 300 millones de personas en el mundo. Parece que tener asma es poca cosa, pero ¿sabías que hay gente que muere por crisis asmáticas?
- Clase recomendada: Cómo vivir con asma
- Impartida por la Doctora Concha Parra
En SUPER Cuidadores hemos hablado con el Hospital Universitario de la Princesa de Madrid para conocer más sobre esta enfermedad respiratoria.
“La sociedad cree que el asma es una tontería y hay que erradicar esta idea, porque es una enfermedad grave que puede llegar a matar” asegura la Doctora Cisneros, responsable de la consulta de Asma del Servicio de Neumología del Hospital.
El asma es una patología que se manifiesta en el mundo entero, pero tiene mayor prevalencia en los países anglosajones. La Doctora Cisneros afirma que el porcentaje de población que sufre asma “se está incrementando cada vez más en aquellas zonas del tercer mundo que comienzan a industrializarse.”
El reto de respirar bien
El asma se produce por la inflamación de los bronquios. La enfermedad aparece en aquellas personas que cuentan con una predisposición genética y puede manifestarse a cualquier edad.
Algunos de los síntomas más característicos son la tos, los pitos, la fatiga o la opresión en el pecho.
El medicamento más importante para tratar y controlar el asma son los glucocorticoides inhalados. Su utilización permite prevenir crisis y tener un buen control sobre la enfermedad.
En ningún caso es aconsejable dejar el tratamiento si el médico no lo autoriza, porque puede haber una recaída. "Si una persona se encuentra bien es gracias a los medicamentos que toma, porque el asma no tiene cura" declara la Doctora Cisneros.
Son varios los factores que pueden llegar a desembocar la enfermedad.
Entre los directos, encontramos los virus, los alérgenos (pelo de animales, ácaros del polvo doméstico u hongos, entre otros), el tabaco, los contaminantes atmosféricos, el frío y la humedad.
Los factores indirectos pueden ser el ejercicio físico, los aditivos alimentarios, los fármacos, la menstruación, el embarazo, el reflujo gastroesofágico o las tormentas eléctricas.
Asimismo, según la Doctora es aconsejable “evitar los productos químicos, como los de limpieza, los ambientadores o los perfumes. Porque debido al alto grado de concentración la toxicidad es mayor e irrita los bronquios.”
El asma es una patología bastante frecuente, ya que según datos de GEMA, Guía Española para el manejo del Asma, afecta del 5 al 15% de la población.
Diferentes estudios han demostrado que cerca del 40% de las personas que sufren ansiedad o enfermedades psiquiátricas suelen tener asma y ésta responde peor al tratamiento.
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Entre un 70 y un 90% de los asmáticos sufren rinitis. Ésta es una inflamación del revestimiento mucoso de la nariz, que provoca rinorrea (segregación de líquido por la nariz), estornudos, picores nasales y congestión nasal, entre otros síntomas.
Se parece a un catarro, pero dura más. Los catarros, si se tratan con analgésicos, no deberían durar más de un par o tres días. Pero la rinitis es repetitiva y requiere un tratamiento concreto.
La rinitis intermitente se caracteriza por aquellos episodios que no superan los 4 días a la semana, ni las 4 semanas y la persistente cuando la duración se incrementa.
La educación: donde todo empieza
El asma es una enfermedad que produce inflamación de los bronquios. Es una patología crónica que no tiene cura, pero por suerte con los tratamientos que existen se puede mantener bajo control.
Por eso, es importante que la población y los propios afectados se conciencien de la gravedad que puede suponer padecerla.
Existen diferentes tipos de asma. Para distinguirlos hay que tener en cuenta la intensidad de los síntomas, los medicamentos que se utilizan, los resultados de las pruebas pulmonares, la limitación que se puede producir en la vida diaria o que se produzcan crisis.
Si eres asmático y quieres saber si tienes bajo control la enfermedad, puedes realizar el Cuestionario de control de asma del SEICAP, Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica.
Los asmáticos pueden hacer una vida normal si están bien tratados. Incluso es aconsejable que realicen ejercicio físico acorde a su edad y a su condición física, pues la obesidad y el asma son grandes enemigos.
Es de vital importancia que la sociedad conozca qué es el asma, cómo afecta y sepa reconocer los síntomas. “También es importante que los propios asmáticos identifiquen sus síntomas y sepan cómo aplicar el tratamiento” reconoce la Doctora Cisneros.
Evitar las crisis controlando los síntomas, supondría ahorrar al Estado español millones de euros, porque habría menos ingresos hospitalarios.
Según SEPAR, Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, el asma consume el 2% de los recursos de sanidad pública. Es decir, cada ingreso hospitalario por asma le supone al Estado español un gasto de 1.500 €.
Esto se podría reducir si, por ejemplo, los farmacéuticos se encargasen de enseñar cómo utilizar el inhalador, como ocurrió en Finlandia, donde lograron reducir el gasto sanitario notablemente.
El asma infantil
Este tipo de asma comparte los síntomas con el de los adultos, pero cuenta con unas características que lo diferencian. Por ejemplo, la respiración sibiliante no llama tanto la atención, como ocurre en el caso de los adultos, pero sí que puede aparecer tos por la noche, al llorar o al realizar ejercicio.
Como es una enfermedad que no tiene cura, hay que procurar que el niño lleve una vida lo más normal posible. Por ello, es fundamental que conozca su enfermedad, sepa cómo debe tratarse y cómo actuar ante una crisis asmática.
Si quieres saber si el pequeño tiene su asma bien controlada, puedes realizar el siguiente cuestionario de SEICAP.
Pero no solo el niño debe conocer cómo actuar ante estas situaciones, también las personas que le rodean como sus padres, familiares, educadores y compañeros.
La formación nunca resta, sino que suma. Por eso, en UNIR Cuidadores tenemos cursos para que sepas cómo enfrentarte a ésta y a otras enfermedades que se producen en edad escolar.
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