¿Sabías que el 80% de la información necesaria para nuestra vida cotidiana implica al órgano de la vista? La visión tiene un papel primordial en nuestro desarrollo y autonomía personal, especialmente en la etapa infantil y desde SUPER Cuidadores te damos algunas claves para entender mejor todo lo relacionado con este preciado sentido.
Unos de los mayores miedos que tenemos es perder nuestra capacidad visual. Si hay un sentido que nos ayuda a desenvolvernos e interaccionar con los demás es la vista. Por desgracia, existen diversas patologías y alteraciones oculares (como por ejemplo, el glaucoma) que pueden afectarla seriamente. La función visual se divide en cuatro niveles, con arreglo a la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10):
Visión normal | Discapacidad visual moderada |
Discapacidad visual grave |
Ceguera |
Tanto la discapacidad visual moderada como la discapacidad visual grave se pueden clasificar dentro de un grupo más amplio conocido como baja visión o deficiencia visual. Ceguera y baja visión representan el total de los casos de discapacidad visual. En el mundo, según datos de la OMS, hay unos 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión.
Diferencias entre ceguera y baja visión
Según la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), las personas con ceguera son aquellas que no ven nada en absoluto o solamente tienen una ligera percepción de luz (pueden distinguir entre luz y oscuridad; pero no pueden distinguir la forma de los objetos).
Respecto a las personas con baja visión o deficiencia visual, son aquellas que, con la mejor corrección posible, podrían ver o distinguir, aunque con gran dificultad, algunos objetos a una distancia muy corta. En otras circunstancias, se ve afectada:
1. Visión central, es decir, la capacidad para identificar objetos situados enfrente
2. Visión periférica, es decir, la capacidad para detectar elementos que se encuentran a un lado, encima o debajo de los ojos.
Resumiendo, las personas con baja visión o deficiencia visual, a diferencia de aquellas que padecen ceguera, conservan un resto de visión útil.
Algunos datos interesantes sobre la discapacidad visual
Un 65% de las personas que presentan discapacidad visual son mayores de 50 años, aunque este grupo de edad apenas representa en la actualidad tan solo un 20% de la población mundial. Es más, el 82% de las personas que padecen ceguera en el mundo son mayores de 50 años. El problema aparecerá a largo plazo, con el envejecimiento demográfico, cuando cada vez haya más casos de discapacidad visual.
Otro dato interesante es que el número de niños con discapacidad visual en el mundo se sitúa alrededor de los 19 millones. De esta cifra, 12 millones padecen discapacidad visual debido a errores de refracción, fácilmente diagnosticables y corregibles. En cuanto a casos de ceguera irreversible, 1,4 millones de menores de 15 años la sufren y necesitarían intervenciones de rehabilitación visual para su pleno desarrollo psicológico y personal.
Para completar esta serie de datos relevantes, no debemos obviar que un 90% de las personas que padecen discapacidad visual se concentra en los países de ingresos bajos y que el 80% del total mundial de casos de discapacidad visual se pueden evitar o curar.