El verano es el momento del año donde las personas mayores son más vulnerables. Las altas temperaturas suponen un riesgo para su salud y más aún si tienen un alto grado de dependencia y requieren de la ayuda de otros para realizar las tareas de la vida diaria.
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Además, la sensación de calor y de sed se reduce considerablemente con el paso de los años. Nuestro organismo está preparado para mantener una temperatura de entre 36-37 grados centígrados pero con la edad dicha capacidad se va perdiendo. A todos estos factores hay que sumar aquellos relativos a enfermedades crónicas y los trastornos cognitivos que pueden mermar aún más a nuestros mayores.
El golpe de calor se produce cuando hay un fallo en la termorregulación corporal y la temperatura sube por encima de los 40 grados centígrados. Es entonces cuando se pierden abundantes líquidos. Aunque los primeros síntomas pueden pasar desapercibidos, hay que estar especialmente atento si la persona mayor presenta cansancio, dolor de cabeza, mareos, náuseas y vómitos, inestabilidad, enrojecimiento, calambres…
Recomendaciones básicas para proteger a nuestros mayores del sol y del calor
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) nos dan algunos consejos para evitar que nuestros mayores puedan sufrir un golpe de calor:
-Tomar muchos líquidos, puesto que la falta de sed no significa que no se requiera hidratación El agua debe complementarse con otras bebidas y alimentos líquidos y es necesario evitar el alcohol
-Realizar comidas ligeras, evitando así las digestiones pesadas
-Evitar la exposición solar con temperaturas elevadas, sobre todo en las horas de mayor intensidad (12-16 horas) y/o con una humedad relativa alta (mayor del 60 por ciento)
-No realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor
-Mantener la casa fresca y ventilada, bajando persianas y con las ventanas cerradas en momentos de mayor intensidad solar
-No permanecer en vehículos estacionados o cerrados
-Evitar la ropa ajustada y elegir tejidos ligeros, como el algodón y de colores claros, preferentemente. Se recomienda el uso de sombrero o gorra
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Qué hacer en caso de observarse los síntomas
En primer lugar, se debe avisar a los servicios de emergencia y llevar a cabo una serie de acciones consistentes en:
-Tumbar a la persona en un lugar fresco
-Procurar que tenga los pies elevados en relación al cuerpo
-Aplicar paños frescos y mojados en frente, nuca y pulsos
-Ofrecer tragos pequeños de agua fresca