Según la RAE, los medicamentos son sustancias administradas en el interior o exterior de un organismo para prevenir, tratar o aliviar una enfermedad o síntoma.
Los medicamentos son productos que contienen uno o más principios activos que actúan sobre el organismo para modificar una función fisiológica o bioquímica. Los medicamentos pueden tener diferentes objetivos.
Sin embargo, si no se usan correctamente, pueden causar efectos secundarios, alergias o incluso intoxicaciones. Por eso, es importante saber cómo usar los medicamentos de forma segura y eficaz. En este artículo te explicaremos algunos aspectos que debes tener en cuenta a la hora de tomar medicamentos.
¿Para qué sirven los medicamentos?
- Prevenir una enfermedad o una complicación (las vacunas o los anticonceptivos.)
- Tratar una enfermedad o una infección (los antibióticos o los antivirales).
- Aliviar un síntoma o un dolor (los analgésicos o los antiinflamatorios).
- Corregir un déficit o un desequilibrio (los suplementos vitamínicos o los hormonales.)
Uso correcto de los medicamentos
El uso correcto de los medicamentos implica tomarlos con las indicaciones del médico o del farmacéutico, respetando la dosis, la frecuencia, la vía de administración y la duración del tratamiento. El uso correcto de los medicamentos tiene como objetivo obtener el máximo beneficio terapéutico con el mínimo riesgo de efectos secundarios.
Para hacer un uso correcto de los medicamentos, se debe tener en cuenta lo siguiente:
- No automedicarse ni tomar medicamentos sin receta médica, salvo que se trate de productos de venta libre que se usen para tratar síntomas leves y transitorios.
- No compartir los medicamentos con otras personas ni usar los medicamentos que le hayan sobrado a otra persona. Cada medicamento está indicado para una persona y una situación específica.
- No modificar la dosis, la frecuencia, la vía de administración o la duración del tratamiento sin consultar con el médico o el farmacéutico. Tampoco se debe suspender el tratamiento antes de tiempo sin indicación médica, ya que puede provocar un empeoramiento de la enfermedad o una resistencia al medicamento.
- Conservar los medicamentos en un lugar fresco, seco y oscuro, fuera del alcance de los niños y las mascotas. No guardar los medicamentos en el baño o en la cocina, ya que pueden deteriorarse por la humedad o el calor. Tampoco se deben guardar los medicamentos en el coche o en el equipaje, ya que pueden sufrir cambios de temperatura y/o humedad.
- Revisar periódicamente la fecha de caducidad de los medicamentos y desechar aquellos que estén caducados o deteriorados. No usar los medicamentos que hayan cambiado de color, olor, textura o forma.
Los medicamentos son productos útiles y necesarios para la salud, pero también pueden tener efectos indeseados si no se usan correctamente.
¿Qué es la automedicación y cuáles son sus riesgos?
La automedicación es el uso de medicamentos por iniciativa propia, sin prescripción médica ni consejo farmacéutico. La automedicación puede tener fines preventivos, curativos o paliativos, y puede abarcar desde el uso ocasional de analgésicos o antihistamínicos hasta el consumo habitual de antibióticos o ansiolíticos.
La automedicación puede tener algunos beneficios:
- Ahorrar tiempo y dinero al evitar las consultas médicas innecesarias.
- Aliviar rápidamente los síntomas leves y transitorios que no requieren atención médica especializada.
- Facilitar el acceso a los medicamentos en zonas rurales o remotas donde no hay servicios sanitarios disponibles.
Sin embargo, la automedicación también puede tener graves riesgos:
- Provocar efectos secundarios, interacciones, alergias o intoxicaciones por sobredosis o uso inadecuado de los medicamentos.
- Generar dependencia, tolerancia o adicción a ciertos medicamentos, especialmente a los que actúan sobre el sistema nervioso central.
- Favorecer la aparición de resistencias bacterianas o virales por el uso indiscriminado o incorrecto de los antibióticos o antivirales.
Se recomienda evitar la automedicación y consultar siempre con el médico o el farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento.
Es importante saber cómo usar los medicamentos de forma segura y eficaz, siguiendo las indicaciones del médico o del farmacéutico y evitando la automedicación
¿Qué son los efectos secundarios y cómo evitarlos?
Los efectos secundarios son reacciones adversas que pueden producirse al tomar un medicamento. Estos efectos pueden ser leves, moderados o graves, y dependen de varios factores, como los siguientes:
- La dosis y la duración del tratamiento. A mayor dosis y mayor tiempo de uso, mayor riesgo de efectos secundarios.
- La sensibilidad individual de cada persona. Algunas personas pueden ser alérgicas a ciertos componentes de los medicamentos o tener intolerancias o enfermedades previas que les hacen más propensas a sufrir efectos secundarios.
- La interacción con otros medicamentos, alimentos o bebidas. Algunos medicamentos pueden alterar la acción de otros o potenciar sus efectos secundarios si se toman juntos. También hay alimentos o bebidas que pueden interferir con la absorción o el metabolismo de los medicamentos, como por ejemplo el alcohol, el pomelo o la leche.
¿Qué recomendaciones debes seguir para tomar los medicamentos?
- Tomar el medicamento a la hora y en la cantidad indicada por el médico o el farmacéutico. No saltarse ninguna toma ni duplicar la dosis.
- Tomar el medicamento con un vaso de agua, salvo que se indique lo contrario. No triturar, masticar, partir o disolver el medicamento, salvo que sea una forma farmacéutica que lo permita.
- Respetar las instrucciones sobre la ingesta de alimentos o bebidas antes, durante o después de tomar el medicamento. Algunos medicamentos se deben tomar en ayunas, otros con las comidas y otros con un intervalo de tiempo entre la comida y el medicamento.
- Seguir las indicaciones sobre el almacenamiento y la conservación del medicamento. Algunos medicamentos requieren condiciones especiales de temperatura, humedad o luz.
- Leer el prospecto del medicamento y consultar cualquier duda con el médico o el farmacéutico. Prestar atención a las advertencias, precauciones, contraindicaciones e interacciones del medicamento.
- Informar al médico o al farmacéutico sobre cualquier alergia, intolerancia, enfermedad o condición que se tenga, así como sobre cualquier otro medicamento, suplemento o producto natural que se esté tomando.
- No mezclar el medicamento con alcohol, drogas u otras sustancias que puedan alterar su efecto o causar reacciones adversas.
- No consumir alimentos o bebidas que puedan interactuar con el medicamento sin consultar previamente con el médico o el farmacéutico.
- Observar si se produce algún efecto secundario al tomar el medicamento y comunicarlo al médico o al farmacéutico lo antes posible.
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