Bibiana Badenes es fisioterapeuta formada en el método Rolfing© de Integración de la Estructura, que está desarrollando un trabajo que lo ha llamado inteligencia corporal. Siente que en el aquí y ahora, en cada lugar, todos podemos dedicarnos un momento para crear salud. Solo hay que pararse y sentir.
- ¿Por qué decidiste convertirte en fisioterapeuta?
Fue algo pensado y hecho, no era mi prioridad, pero sí sabía que quería trabajar con la gente, cara a cara, arremangándome y estaba recién llegada de EE.UU. donde había estudiado.
Allí conocí la fisioterapia y pensé "esto puede ser para mí". Nunca imaginé que me iba a dedicar tanto a ella. También es verdad que yo he creado mi profesión, mi base es la fisioterapia, pero he añadido muchas cosas por el camino.
Yo misma tuve problemas de espalda en mi juventud y ahora sé que no elegí esta profesión por casualidad. Solo si sabes cuidarte puedes cuidar de verdad, no solo con el intelecto sino con toda tu persona.
- ¿Dónde has desarrollado tu trabajo?
Principalmente en Benicassim, Castellón, donde vivo, aunque doy cursos internacionalmente.
- ¿Qué tipo de personas suelen acudir a tu consulta?
De toda edad y condición con problemas musculo-esqueléticos en su mayoría, que en verdad es todo, y de todas las especialidades médicas. Incluso personas que vienen como prevención para mejorar su calidad de vida. Ésta es mi área favorita.
Y también tengo pacientes reumáticos que vienen con un programa de la Seguridad Social sueca desde el año 1998 y se alojan en hoteles y hacen los tratamientos con nosotros, ahí tengo un equipo que me ayuda.
La verdadera calidad de vida radica en saber prevenir y no tanto en tratar los problemas
- Cuando te encuentras ante un caso especialmente delicado que no da los resultados que esperas con las diferentes técnicas que utilizas, ¿cómo lo resuelves?
Las técnicas en sí fuera de contexto no son suficientes. Mi forma de trabajo basada en el método Rolfing© me hace entender los desequilibrios neuromusculares y así aplico las técnicas.
Pero tengo claro que mi profesión tiene limitaciones y como ya llevo muchos años entiendo la enfermedad y los problemas o desequilibrios desde una perspectiva más global.
Tengo una gran parte de educadora, les ayudo a descubrir su compromiso con la salud, que la persona entienda lo que le está pasando y así encontramos la mejor solución que, en ocasiones, pasa por derivarla a otro profesional.
- Tu labor se desarrolla como cuidadora, con el objetivo de ayudar a los demás y mejorar su calidad de vida. ¿Cómo has llegado hasta ese punto?
Me interesa sobre todo la prevención, es decir, no tanto tratar los problemas, sino en evitarlos, ahí radica la verdadera calidad de vida. Por desgracia hoy en día nuestra sociedad no nos educa desde casa, en los colegios, en la calle ni en la empresa en prevención, y ese es mi lema. tenemos una inmensa Inteligencia Corporal, la perdemos porque la rechazamos, porque dejamos de sentir el cuerpo.
- ¿Es importante la formación para el cuidador y para la persona a la que se cuida?
No es importante, es ESENCIAL. El trabajo de cuidador es muy desagradecido en nuestro país, se cree que es una obligación y mayoritariamente lo hacen mujeres.
Mi trabajo a través de la Inteligencia Corporal les puede ayudar mucho, porque intento que sean cosas que puedan aplicar desde ya, divertidas, fáciles de hacer, un minuto ahora, más tarde dos, en una cola, en el ascensor, antes de levantarse, cada uno irá encontrando sus "momentos salud".
En nuestro país incluso cuidarse tiene connotaciones negativas como eso de “es que tú te cuidas mucho”. Pero es que yo quiero vivir hasta los 100 años y moverme bien y ser independiente, y quiero tener salud para ayudar a mis padres, a mis pacientes y ver crecer a mis hijos.
- ¿Qué opinas de la formación online?
Creo que es una forma de llegar a mucha más gente. Personas que antes no tenían acceso a la información ahora no tienen excusas, las conferencias vía skype u otras herramientas online son muy productivas. Yo cada vez más las hago con los alumnos, pero también con los pacientes. Eso no quita para que el contacto presencial sea clave en mi trabajo.
- ¿Qué sientes cuando alguien te da las gracias porque has conseguido reducir o quitar por completo su dolor?
Partiendo de que los dolores crónicos son complejos el gracias sincero sale del corazón. Entonces siento que nuestras almas han conectado, hay amor detrás de ese gracias. Ninguna recompensa económica es más apreciada que esa conexión.