En SUPER Cuidadores hemos entrevistado a Fernando Benavente, presidente de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), para conocer más a fondo la labor que lleva a cabo esta organización que en 2017 cumple 15 años. En la entrevista hemos hablado sobre la actualidad del ámbito sociosanitario, así como los objetivos y los retos que tiene por delante esta asociación empresarial que aglutina a las empresas más importantes del sector.
Cómo se compagina la presidencia de AESTE con el puesto de director general en Valdeluz?
Al incorporarme a la Presidencia de AESTE, nos marcamos todos los asociados como objetivo que la nueva presidencia tuviera un carácter más institucional y menos ejecutivo. Para ello requeríamos tener una Secretaría General y una Gerencia de AESTE que asumieran dicho papel.
Sin duda el equipo formado por Susana Valladolid y Jesús Cubero nos ha transmitido el trabajo, seriedad, tranquilidad y confianza que necesitábamos en este momento. Asimismo, la colaboración y compromiso de todos los asociados es absoluta ante cualquier necesidad que se requiera de ellos. Gracias a todo lo expuesto, el compatibilizar ambas las responsabilidades ha sido relativamente sencillo.
"Llevamos años trabajando en la consecución de la aplicación del IVA reducido del 4% en todos los ámbitos de los servicios de la Dependencia"
Tras más de 15 años de bagaje de AESTE, ¿qué objetivos ha cumplido la asociación?
Efectivamente, ahora cumplimos 15 años desde la creación de AESTE. Han sido muchos los objetivos que hemos logrado con la unión de los grandes operadores del sector, pero yo destacaría entre todos la alta calidad asistencial que se ha generalizado entre las principales compañías de la atención a la dependencia. Con los sistemas internos de benchmarking y comparativas internas de calidad que hemos establecido, nuestros mayores pueden elegir entre todos nuestros centros residenciales con la garantía de un trato profesional, humano y con la calidez y cercanía necesarias. También hemos avanzado mucho en la estabilidad del empleo en el sector, llegando a acuerdos importantes con los sindicatos y mejorando las condiciones de trabajo de nuestros empleados. Al fin y al cabo, nuestro capital humano es uno de los puntos fuertes de las grandes compañías: invertimos en formación, condiciones laborales y en estabilidad para los empleados.
Hemos ofrecido a las Administraciones Públicas un interlocutor válido, una sola puerta de entrada para establecer negociaciones con los principales actores del sector residencial de nuestro país. Impulsamos hace unos años un estudio europeo donde se comparaba la situación de la atención residencial en nuestro país frente a la atención en otros países europeos, y nos ha servido para marcarnos nuevas metas en financiación y atención sociosanitaria.
¿Qué retos tiene por delante la asociación a corto plazo?
En cuanto a los retos que tenemos por delante, cabe destacar la generalización de los centros libres de sujeciones. Esta tendencia está prácticamente consolidada entre las compañías miembros de AESTE, pero todavía nos queda mucho por recorrer para hacer extensiva esta práctica al resto del sector residencial; y el desarrollo del ámbito sociosanitario como extensión de la atención sanitaria a nuestros mayores, o la garantía de los suministros farmacéuticos a los mayores que habitan en centros residenciales como si estuvieran en sus hogares son otros de los retos que tenemos por delante.
Por otra parte, desde AESTE llevamos años trabajando en la consecución de la aplicación del IVA reducido del 4% en todos los ámbitos de los servicios de la Dependencia, y no únicamente en los servicios prestados mediante plazas concertadas o procesos derivados de concursos administrativos, siendo, hasta la fecha, notoriamente más elevado el IVA aplicado a los servicios que se ofrecen de forma privada, cuando realmente una plaza residencial o cualquier otro tipo de servicio relacionado, tiene el mismo coste y características. Consideramos injusto que a un mismo servicio se le aplique un IVA diferente, en función de si la contratación del mismo, la hace la propia Administración o el usuario.
Y en el medio y largo plazo, ¿cuáles son estos retos?
Otro de nuestros retos, en el que venimos trabajado muy activamente, es la necesidad de que la evolución de la coordinación sociosanitaria sea una realidad en este país. Es necesario mantener un dialogo abierto, tanto con la Consejería de Políticas Sociales como con la Consejería de Sanidad, transmitiendo cuáles son las necesidades reales de nuestros centros para avanzar en la coordinación sociosanitaria con Atención Primaria y Especializada, ya que los modelos de colaboración público-privada contribuyen, de forma significativa, a la sostenibilidad del sistema. La realidad social de nuestro país, es que el número de personas en situación de dependencia es cada vez mayor, lo requiere una respuesta sociosanitaria integral, basada en criterios de coordinación de recursos sociales y sanitarios.
"Nuestros mayores pueden elegir entre todos nuestros centros residenciales con la garantía de un trato profesional, humano y con la calidez y cercanía necesarias"
El progresivo envejecimiento de la sociedad está generando un incremento de las situaciones de cronicidad y pluripatología que, frecuentemente, se encuentran también asociadas a patrones de dependencia, con el consiguiente y significativo impacto en el Estado de bienestar y, por tanto, también sobre los servicios sanitarios y sociales. Desde AESTE, consideramos básico que las personas sean atendidas de la manera más acorde a sus necesidades sanitarias y sociales, mediante fórmulas que persigan la optimización de los recursos existentes, como sería una efectiva coordinación sociosanitaria.
Me gustaría por tanto destacar, que sería conveniente apostar por una racionalización en el uso de los diferentes recursos y niveles asistenciales, haciéndose imprescindible un cambio de orientación de los servicios, en un abordaje conjunto de los cuidados sanitarios y sociales, lo que conllevaría, sin duda alguna, a una optimización de costes. Igualmente, desde AESTE hemos intensificado la participación en la definición de un marco estable de colaboración público-privada que permita el desarrollo de los servicios profesionales de este sector, que, con el objetivo de ofrecer un servicio de calidad, realmente óptima, deberían estar acreditados por grados y nivel de dependencia.
¿Existe la suficiente colaboración y entendimiento entre las administraciones y el sector privado en el ámbito de la atención sociosanitaria?
Se van produciendo avances, pero hace falta un mayor diálogo, hablar cuando no hay nada que negociar pero mucho en lo que mejorar. Nuestra principal preocupación es la continua mejora de la calidad asistencial que se proporciona a nuestros mayores, y eso se hace posible fijando unos criterios claros de inspecciones, consiguiendo acreditaciones de centros y poniendo en valor las instalaciones e inversiones en personal que realizan las grandes compañías de nuestro sector.
No desistimos de llamar continuamente a las puertas de la Administración poniendo sobre la mesa planes de mejora y posibles soluciones a los problemas que nos vamos encontrando en cada comunidad autónoma.
¿Ha habido una mejora del volumen del negocio de las empresas de atención a la dependencia en los últimos años?
Es innegable el crecimiento que se ha producido en nuestro sector, principalmente originado por el crecimiento de la pirámide poblacional, el incremento de la esperanza media de vida, y la gran calidad de los servicios ofrecidos por las grandes compañías de atención a la dependencia.
¿Cree que la formación es necesaria para cuidar?
Sólo desde una formación sólida y de calidad podremos ofrecer los mejores cuidados a nuestros mayores. No en vano, todas nuestras empresas invierten un porcentaje importante en formar y retener a nuestro personal, al personal que se va a encargar de ofrecer la mejor atención a los mayores. La Administración ha dado también un paso al frente solicitando los certificados de profesionalidad que acrediten la formación o experiencia necesaria para poder trabajar en nuestro sector. Debemos ir desterrando ya la vieja idea de que sólo con buena voluntad se puede ofrecer un buen servicio. Hoy más que nunca, la formación se hace imprescindible para consolidar los avances en calidad que ya hemos realizado.
"Sólo desde una formación sólida y de calidad podremos ofrecer los mejores cuidados a nuestros mayores"
¿Qué opina de la formación y servicios que ofrece SUPER Cuidadores?
Es evidente, tal y como he mencionado en la respuesta anterior, que la formación de los profesionales del sector de la dependencia es una condición sine qua non para un servicio de calidad que cubra las necesidades reales de los usuarios de nuestros servicios. Desde este punto de vista, desde AESTE somos impulsores de la inversión en formación, por lo que entendemos que cualquier iniciativa, como la de SUPER Cuidadores, que fomente la tan necesaria profesionalización del sector (como la posibilidad de conseguir los certificados de profesionalidad que, por normativa, serán absolutamente necesarios a partir del 31 de diciembre de 2017) está contribuyendo a un servicio de mayor calidad.
No obstante, desde AESTE abogamos por una asistencia a los dependientes que, además de ser de calidad, sea acorde a su grado de dependencia, todo ello integrado dentro del marco residencial.
¿Qué cree que podemos ofrecer para contribuir a mejorar la calidad de vida de los cuidadores y personas dependientes?
La inversión que se realiza por un potencial trabajador para formarse y pasar a formar parte de este sector debe ser tenida en cuenta, ofreciéndole una formación de calidad y que realmente le abra las puertas al mercado laboral. Por otra parte, las personas dependientes se merecen una atención de calidad, que sin duda vendrá íntimamente relacionada con el nivel de formación de los profesionales que los atienden.
Un trabajador que se percibe a sí mismo con las competencias necesarias para hacer frente a su trabajo, será un trabajador eficiente; siendo la única manera de que tanto los cuidadores, como las personas dependientes se sientan realmente satisfechos.