Soy Lorena Giménez, podría empezar diciendo que soy Trabajadora Social, Actriz, Periodista, Antropóloga… fundadora y directora de Ilógica, entidad con 20 años de experiencia y premios a nivel nacional e internacional por su compromiso social y emprendimiento, podría contaros que soy una persona que busca siempre actuar como le gustaría que actuaran con ella, que cree que las cosas siempre pasan por algo y que de todo se aprende, pero la verdad, os querría contar que soy quien soy tras sufrir mi madre 5 ictus, que le paralizaron parte del cuerpo y le hizo tener una regresión a la infancia, convirtiéndose desde entonces en mi hermana pequeña o mejor dicho en mi hija.

 

Con 14 años pasé a ser madre de mi madre, no voy a decir que fue algo sencillo, ni siquiera lo es a día de hoy, pero cuando ella estaba sedada en una cama solo pedí que me la dejaran, que yo cuidaría de ella, por esa razón nunca lo he visto como una tragedia. Es cierto que hay momentos en que siento envidia de mis amigas cuando están con sus madres, pero yo gané otras cosas… UNA RELACIÓN ÚNICA, gané A LA NIÑA DE MIS OJOS.

 

Ella ha evolucionando como un niñ@, actualmente está en fase adolescente, aunque sigue escribiendo la carta a los reyes magos, le encanta Mickey... No puede estar sola salvo unas pocas horas, necesita ayuda para ducharse, salir a la calle… por esas razones he estudiado tanto, podía combinar mis estudios con cuidarla y llevarla a los médicos, trabajar era más difícil por tener que pedir tantos permisos.

Como tenía inquietudes profesionales y creativas creé Ilógica junto a mis amigos, lo que me ha permitido trabajar en proyectos apasionantes, acciones sociales increíbles con un horario que me permite cuidar de mi madre.

 

“Cada vez que me he caído, he buscado la manera de salir, pero he mirado a mi alrededor y he visto que había más gente en situaciones similares y he buscado la manera de ayudarlos y de luchar por visibilizar esa realidad para que la próxima vez que una persona pasara por una situación similar no lo pasara tan mal”.

 

Así nació HIDEA (Proyecto para hijos de afectados-cuidadores), en el 2009 varios de mis amigos y socios vivieron en primera persona que uno de sus padres sufriera una enfermedad o accidente. En ese momento vi que hablar conmigo, sentirse reflejados, apoyados… les ayudaba en ese duro trance, realice grupos de ayuda mutua, apoyo individualizado, actividades para hijos cuidadores y actividades familiares para poder volver a hacer cosas juntos después de la enfermedad.

Nos dimos cuenta que el trabajo que hacíamos era importante, pero necesitábamos más visibilidad para lograr recursos y apoyos, como pasó con otros problemas como la violencia de género, bullying… que antes eran invisibles como nosotros ahora. En 2016 decidimos invertir todos los recursos de la asociación para dar un impulso y luchar por la visibilidad. Ese año además fui madre y repentinamente mi marido cayó enfermo estando tres veces en la UCI. Así vi la importancia de asesorar a familias jóvenes y visibilizarlo de manera más global y cercana.

 

Creamos un cuento familiar “El equipo pirata”, un espectáculo infantil “Buscamos Piratas” y una obra de teatro familiar “Que es mi barco, Mi tesoro” donde se visibiliza la figura del hijo del afectado-cuidador y se reivindica recursos y apoyos.

Presente los proyectos en un pleno del Ayuntamiento de Zaragoza y en las Cortes de Aragón.

 

Por todo mi trabajo y recorrido el año pasado me galardonaron como Zaragoza Ejemplar 2019, lo que me ha dado impulso para trabajar y luchar en este año tan complicado, si ya ha sido duro en familias normalizadas, imaginaros en familias con afecciones, enfermedades, dependencias…

Nosotros no hemos dejado de trabajar para todo el que nos ha necesitado, además, me he creado contenido online cultural, educativo… para las familias con niños, durante todo el estado de alarma e incluso he tutorizado las practicas de un Master de Orientación Familiar.

 

Con la vuelta a la nueva normalidad, además de continuar con nuestro trabajo, comencé a trabajar de trabajadora social y rastreadora de un centro de salud de Zaragoza en el barrio de las Delicias donde más rebrotes hubo en verano, el “Wall Street Journal” recogió mis palabras para reflejar lo que estábamos viviendo.

 

Por todo esto, creo que este premio define mi recorrido, mi trabajo y mi forma de vivir.