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Nuestra vida familiar se planifica alrededor de atender, como merece, a la abuela, operada de un meningioma cerebral en el lóbulo prefrontal con un daño muy importante, tiene también, una estenosis lumbar, mielodisplasia (preleucemia), además de bastante artrosis.

Nunca fue un tema de acuerdo si nos traíamos a la abuela con nosotros después de la operación. Se daba por hecho que era lo que teníamos que hacer antes y después de la operación.

Bien es cierto que hay momentos estresantes, ¡como pasa en la vida misma!. Cuidar de la abuela 24/7 no es algo de ser, como nos dicen más de uno, sensacionales, nosotros lo vivimos como lo más natural del mundo. Es lo que tenemos y queremos hacer. No hay más. Es más, las lecciones que nos da esta vivencia son fabulosas. Estos son comentarios de cada uno de nuestros siete hijos:

Mencía: Tener a mi abuela en casa y cuidarla…me ha enseñado cómo los buenos actos que realizamos en la vida son como semillas, cuyos frutos recogemos cuando ésta está llegando a su fin. 

Fati: Es un regalo, que, por duro que pueda ser muchas veces, sin duda alguna nos está enseñando a amar de verdad. 

Marta: Es una fortuna. Es verdad que es sacrificado, y que con su actitud muchas veces no te demuestra agradecimiento. Pero un momento bueno, te hace olvidar todos los malos. Y sin duda alguna, tenerla nos ha hecho unirnos un montón como familia, para cuidar a una persona que nos quiere con locura y que tanto nos ha dado. 

Álvaro: Es una inmensa suerte. Es duro e implica mucho trabajo en algunos momentos, pero lo bueno y la alegría que aporta son mucho mayores… Sin darse cuenta del todo, me está dando lecciones de vida que llevaré conmigo siempre. 

Andrea: Es una experiencia profundamente valiosa, un regalo que nos permite retribuir todo el amor y la sabiduría que ella ha entregado a lo largo de su vida. Cada día a su lado es una lección de humildad, un recordatorio constante de la importancia de la familia y del privilegio de poder acompañarla y cuidarla en esta etapa de su vida. 

María: Me recuerda que uno recoge en esta vida aquello que ha sembrado. Mi abuela siempre nos ha cuidado y ha estado pendiente de mis padres, y ahora somos unos afortunados de poder cuidarla nosotros. 

Emilio: Nos ha hecho crecer en el amor como familia. 

 

A nosotros, como matrimonio nos está uniendo todavía más. Intensifica el amor que nos tenemos porque vemos el amor que damos a la abuela como hija y como yerno, y eso nos hace sentirnos todavía más unidos. Es, sin duda, la mejor escuela de amor.