Si no sabes como votar por el relato, te decimos como aquí.
A ti amiga, compañera y socia, te pido permiso para relatar una parte de tu vida que creo que tiene que ser escuchada por tantas personas que no te conocen y tal vez no te lleguen a conocer nunca personalmente. Yo tuve la suerte de que un día te cruzaras en mi vida en aquel curso de Ayuda a domicilio y desde entonces, siempre hemos tenido una estrecha relación.
Eres una persona digna de admiración, que siempre estás cuando se necesita y has buscado la manera de no quedarte atrás, con más de 50 años decides ponerte a estudiar ya que de niña no tuviste demasiadas oportunidades para poder hacerlo, nunca te rendiste y sacaste adelante tus estudios de Auxiliar de Enfermería, compaginándolos con el cuidado de tu familia y de tu madre enferma de Alzheimer. Nunca te ha faltado el trabajo tanto en Ayuda a Domicilio como en el Centro de Día que gestionábamos creando nuestra propia empresa de servicios sociosanitarios.
Lo que jamás imaginamos fue que tras un fatídico accidente doméstico en 2019 tu marido pasó en coma casi tres meses, debatiéndose entre la vida o la muerte y te vieses obligada a dejar de trabajar una buena temporada para dedicarte en cuerpo y alma a sus cuidados.
Qué suerte tuvo de tenerte a su lado. Demostrando lo mucho que vales y poniendo en práctica todos tus conocimientos, tantos días y noches sin perder nunca la esperanza a pesar de que los médicos te dijesen -De esta no sale, hágase usted a la idea.-
Fuiste capaz de que volviese a hablar, a comer, a caminar y a respirar por si mismo. Y todo ello sin dejar de atender a tu madre con casi 100 años.
Así que, no me digas que tu vida no tiene interés, porque yo estoy segura de que es un ejemplo de vida.
Lamentablemente tu madre ha fallecido hace tan solo unos días y ello me ha motivado a escribir tu relato. Ella ha tenido la suerte de tenerte siempre cerca, nunca le faltaron tus cuidados y tus mimos y puedes estar muy contenta por lo bien que lo has hecho, se ha ido con 101 años rodeada de mucho amor.
Ahora te toca a ti disfrutar de tu esperada jubilación, que con 68 años bien te la mereces, disfruta de tiempo para ti y de tu pequeño nieto.