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El sonido del despertador anunció a Ana las cinco de la mañana. La primera idea que pensó fue que por fin hacía su primer turno como Operadora de SICOR teleasistencia El Corte Inglés. Desde que inició sus estudios del Certificado de Profesionalidad en Gestión de llamadas de teleasistencia deseaba que llegara este día.

En el autobús visualizaba mentalmente las vivencias de las prácticas sobre procedimientos de atención, tecnología, comunicación empática, positiva y lo más importante humanidad y vocación de ayuda a los demás.

Cuando llegó al Centro de Atención, el olor penetrante del primer café y la conversación con los compañeros del turno de noche le acompañaron mientras se preparaba en su puesto de atención.

María se despertó y se sentía mareada, la diabetes le estaba jugando de nuevo una mala pasada. Se levantó al baño, sintió como si la tiraran de la pierna, desestabilizándose y cayendo al suelo. El impacto la inmovilizó sobre la alfombra de la habitación. No tenía dolor, pero sentía una debilidad que le impedía poder levantarse, por más que lo intentaba. Fue consciente de requerir ayuda para poder levantarse, necesitaba a Teleasistencia.

Recordó, reprochándose, que había dejado el botón de emergencia, su “medallón”, en la mesita de noche. Se acordó del altavoz inteligente, dijo en voz alta las palabras mágicas “Ayúdame, Ayúdame”. El equipo de teleasistencia inmediatamente conectó con el Centro de Atención y en segundos escuchó “María, Servicio de SICOR teleasistencia El Corte Inglés, soy Ana, ¿en qué puedo ayudarte?”.

En ese momento sintió mucha calma al saber que no estaba sola, Ana su voz amiga le estaba ayudando. Ana leía rápidamente todos los datos del expediente sociosanitario, siguiendo el protocolo de actuación contactó con Ronald, su hijo, que vivía a 10 minutos y tenía llaves del domicilio.

“Hola Ronald, soy Ana del servicio de Teleasistencia, tu madre se ha caído en su casa y necesita ayuda para levantarse, no se ha hecho daño”.

Mientras Ronald se desplazaba al domicilio, Ana mantuvo con María, en todo momento a través del altavoz, una conversación para tranquilizarla hasta que llegara su hijo.

Escucharon como se abría la puerta de la calle y unos pasos acelerados mientras Ronald repetía en voz alta el nombre de su madre.

“Ana, he levantado a mamá, no necesitamos que avises al médico. Muchas gracias por todo”.

Tras colgar la llamada escuchó un pitido insistente, era un nuevo aviso, no había tiempo que perder, alguien más necesitaba ayuda.

 

Antonio tiene 76 años, hace un mes etiquetaron a sus frecuentes despistes y dificultades para recordar palabras como Alzheimer. La mañana era soleada e invitaba a disfrutar de un paseo, absorto en recuerdos de cuando su hija Vanesa, con cuatro años, le gustaba jugar en la arena. De repente se encontraba en un cruce de calles que le eran extrañas. Se sentía muy nervioso, no sabía dónde estaba, necesitaba ayuda, pero le daba vergüenza preguntar a la gente.

Ana identificó el aviso como una salida de Geozona segura, llamó directamente al reloj, estableciéndose una comunicación manos libres.

“Antonio voy a ayudarte. Estoy viendo en este momento en qué calle estás, voy a localizar a tu hija y enviarte ayuda. Estoy contigo charlando hasta que lleguen”.

“Hola Vanesa, soy Ana del servicio de Teleasistencia, tu padre está desorientado en la calle. He avisado a la Policía que se desplaza al lugar”.

Vanesa localizó inmediatamente la dirección exacta en su App, estaba a 15 minutos. Cuando se aproximaba identificó a su padre hablando con Policías, le abrazó fuertemente.

Ana se despidió de ambos y respiró profundamente, en ese justo momento fue plenamente consciente de que ayudar a los demás era muy especial y el futuro a lo que quería dedicarse.

 

El servicio de SICOR teleasistencia El Corte Inglés, proporciona apoyo y tranquilidad a las personas usuarias y a sus familiares. María, Ronald, Antonio y Vanesa se sienten seguros y atendidos gracias a la tecnología más avanzada, como con el activador por voz, el reloj inteligente SOS, Apps para usuarios y familiares, detección de caídas, geolocalización, toma de constantes vitales… Profesionales médicos, nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales y asistentes personales, como Ana, que garantizan una atención personalizada ante cualquier necesidad, en cualquier lugar y en todo momento.