Cuidadores de Personas Dependientes: Todo lo que debes saber
Los cuidadores de personas dependientes son profesionales que se encargan de atender las necesidades de una persona que, por su edad, enfermedad o discapacidad, no puede valerse por sí misma.
En este artículo te contamos qué hace un cuidador de personas dependientes, qué diferencias hay entre cuidar a personas dependientes y a personas mayores, qué salida laboral tiene esta profesión, cuánto cobra un cuidador y qué formación se necesita para ser un cuidador profesional.
¿Qué hacen los cuidadores de personas dependientes?
Los cuidadores de personas dependientes realizan una serie de tareas que pueden variar según el grado y el tipo de dependencia de la persona a la que cuida.
- Ayuda con la higiene y el aseo.
- Control de medicación, curas, vías.
- Encargarse de la alimentación.
- Movilización de la persona con dependencia.
- Resolución de situaciones conflictivas.
- Tareas de acompañamiento.
Además, los cuidadores de personas dependientes deben tener las siguientes cualidades personales que le permitan ofrecer un trato adecuado y humano a la persona a la que cuida.
- Empatía
- Paciencia
- Respeto
- Comunicación
- Responsabilidad
- Discreción
¿Qué diferencia hay entre cuidar a personas dependientes y a personas mayores?
No todas las personas mayores son dependientes, ni todas las personas dependientes son mayores. La dependencia se define como el estado en el que una persona necesita ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria, como vestirse, comer o asearse. La dependencia puede deberse a diferentes causas, como una enfermedad crónica, una discapacidad física o intelectual, o el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
Por tanto, cuidar a una persona mayor no implica necesariamente que sea una persona dependiente, aunque muchas veces lo sea. Cuidar a una persona mayor implica adaptarse a sus necesidades específicas, que pueden ir desde ofrecerle compañía y apoyo emocional hasta ayudarle con las tareas del hogar o con su salud. Cuidar a una persona mayor también implica respetar su autonomía y su dignidad, así como fomentar su participación social y su envejecimiento activo.
¿Qué salida laboral tienen los cuidadores de personas dependientes?
El envejecimiento de la población y la escasez de recursos públicos para este colectivo han provocado que la demanda de cuidadores de personas mayores crezca en los últimos años. Se prevé que esta tendencia continúe en el futuro, lo que ofrece una posibilidad de trabajo para muchas personas interesadas en este sector.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2030 habrá 100 millones más de personas mayores de 60 años en el mundo que en 2022. Esto implica un aumento muy significativo. También calcula que harán falta 475 millones de empleos para atender las necesidades globales de cuidados; esto supone un aumento de 269 millones de empleos respecto a los niveles de 2015. Por lo tanto, se espera que el sueldo de los cuidadores también suba a partir del 2024, aunque dependerá de la negociación colectiva y del cumplimiento de la ley en cada país.
Por tanto, ser cuidadores de personas dependientes en el 2024 es una opción laboral muy interesante para aquellas personas que quieran dedicarse al ámbito sociosanitario y que tengan vocación de servicio y ayuda a los demás. Ser cuidador o cuidadora de personas dependientes ofrece la posibilidad de trabajar en diferentes entornos, como domicilios particulares, residencias, centros de día, hospitales o servicios de teleasistencia. Ser cuidador de personas dependientes también ofrece la posibilidad de especializarse en diferentes tipos de dependencia, como la demencia, el alzhéimer, el párkinson o la discapacidad intelectual.
¿Cuánto cobran los cuidadores de personas dependientes?
El salario de los cuidadores de personas dependientes y/o mayores varía según diferentes factores como; la formación, la experiencia, el tipo de contrato, las horas de trabajo, las tareas a realizar y el lugar donde se realiza el servicio. Los cuidadores de personas dependientes tienen que cobrar al menos el salario mínimo interprofesional (SMI) de 1.080 euros al mes, multiplicado por 14 pagas al año. Sin embargo, el rango puede oscilar entre 700 (sin estar dados de alta en el régimen de la Seguridad Social) y 1.600 euros, dependiendo de si trabaja de noche, días festivos o fines de semana. Hay que destacar que en España se considera “Persona mayor” a partir de los 65 años.
Te recomendamos leer el artículo Cuánto cobra un cuidador.
¿Qué se debe estudiar para ser un cuidador profesional?
Para ser cuidadores de personas dependientes y/o mayores en instituciones sociales es necesario tener el Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a personas dependientes en Instituciones Sociales. Si quieres ser cuidador en domicilios, debes contar con conocimientos y habilidades que te ayuden a realizar tu trabajo y a mejorar el bienestar de las personas que cuidas. Puedes formarte con el Certificado de profesionalidad en atención sociosanitaria a personas en el domicilio. Cabe resaltar que, con el Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a personas dependientes en Instituciones Sociales, también puedes trabajar en Domicilios. Por ello, te recomendamos obtener este certificado porque mejorará tu empleabilidad, y además, ahorrarás tiempo y dinero.
Para ampliar y mejorar tus capacidades, te aconsejamos revisar el Decálogo SUPERCUIDADORES.
¿Cómo elegir al mejor cuidador para tu familiar dependiente?
Elegir al mejor cuidador para tu familiar dependiente no es una tarea fácil. Esto implica confiar en una persona que se va a encargar de su bienestar y su calidad de vida. Por eso, es importante tener en cuenta una serie de criterios a la hora de seleccionar al cuidador más adecuado, como, por ejemplo:
- La formación y la experiencia del cuidador. Es fundamental que tenga el certificado de profesionalidad, así como una experiencia previa que demuestre su capacidad y su solvencia. También es conveniente que los cuidadores de personas dependientes tengan conocimientos sobre el tipo de dependencia que padece tu familiar, como por ejemplo la demencia o el alzhéimer, y que sepa actuar ante situaciones de emergencia.
- La compatibilidad y la confianza con el cuidador. Es importante que el cuidador tenga una buena relación con tu familiar dependiente y que se adapte a sus gustos, sus necesidades y sus preferencias. También es importante que el cuidador te transmita confianza y seguridad, y que te mantenga informado sobre el estado y la evolución de tu familiar. Para ello, puedes hacer una entrevista personal al cuidador, pedirle referencias o consultar las opiniones de otros usuarios.
- Las condiciones laborales y económicas del cuidador. Es imprescindible que tenga un contrato laboral que regule sus derechos y sus obligaciones, así como un salario justo y acorde con su trabajo. También es conveniente que tenga un seguro de responsabilidad civil que cubra posibles daños o perjuicios que pueda causar o sufrir durante su labor.
Si estás en la búsqueda de cuidadores, SUPERCUIDADORES, se encarga de formar y gestionar la búsqueda de cuidadores profesionales comprometidos en brindar atención de calidad y afecto a quienes más lo necesitan.
¿Qué diferencia hay entre cuidador no profesional y un cuidador profesional?
Los cuidadores profesionales son aquellos que tienen una formación específica y una experiencia acreditada en el ámbito del cuidado de personas dependientes. Un cuidador profesional puede trabajar por cuenta propia o ajena, en diferentes entornos (domicilio, residencia, centro de día, etc.) y con diferentes tipos de dependencia.
Un cuidador no profesional suele ser un familiar o una persona cercana a la persona dependiente que se hace cargo de su atención por motivos afectivos o de solidaridad.
¿Qué ventajas e inconvenientes tiene contratar a un cuidador profesional?
Contratar a cuidador profesional tiene las siguientes ventajas:
- Garantiza una atención especializada, cualificada y adaptada a las necesidades de la persona dependiente.
- Ofrece una mayor tranquilidad y seguridad a la familia, al saber que la persona dependiente está en buenas manos.
- Permite compaginar el cuidado familiar con otras actividades personales, laborales o sociales.
- Favorece la prevención y el tratamiento de posibles complicaciones o problemas de salud de la persona dependiente.
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