Cómo levantar y acostar a una persona mayor
¿Tienes que cuidar de una persona mayor y no sabes cómo levantarla y acostarla correctamente? No te preocupes, en este artículo te vamos a enseñar cómo hacerlo de forma segura y cómoda, tanto para ti como para la persona que cuidas.
Levantar y acostar a una persona mayor es una tarea que requiere cierta técnica y precaución, ya que puede implicar riesgos tanto para la salud de la persona mayor como para la tuya. Por eso, es importante que sigas estos pasos y consejos que te damos a continuación.
Cómo levantar de la cama a una persona mayor
Para levantar de la cama a una persona mayor, lo primero que debes hacer es preparar el entorno y los materiales que vas a necesitar:
- Una silla o un sillón cerca de la cama, donde la persona mayor pueda sentarse después de levantarse.
- Un andador, una muleta o un bastón, si la persona mayor los necesita para caminar.
- Un cinturón de transferencia, si la persona mayor tiene dificultades para mantener el equilibrio o la postura.
- Un cojín o una almohada, para colocar debajo de las rodillas de la persona mayor cuando esté tumbada en la cama.
Una vez que tengas todo listo, sigue estos pasos para levantar de la cama a una persona mayor:
- Colócate al lado de la cama, cerca de la cabeza de la persona mayor, y dile con voz suave y clara lo que vas a hacer.
- Ayúdala a levantarse de la cama, apoyando su espalda con una mano y su cabeza con la otra. Puedes usar el cinturón de transferencia para sujetarla mejor.
- Desliza sus piernas hacia el borde de la cama, ayudándote con el cojín o la almohada que has colocado debajo de sus rodillas. Asegúrate de que sus pies toquen el suelo.
- Colócate frente a ella, agachándote un poco y separando tus pies para tener una buena base de apoyo. Si usas el cinturón de transferencia, pásalo por debajo de sus brazos y sujétalo por detrás.
- Dile que se agarre a ti por los hombros o por el cinturón, y que se impulse con las piernas para ponerse de pie. Al mismo tiempo, tú debes tirar del cinturón o abrazarla por la cintura, y levantarla con cuidado.
- Una vez que esté de pie, ayúdala a girarse hacia la silla o el sillón, y a sentarse lentamente. Si necesita usar algún dispositivo de ayuda para caminar, dáselo antes de girarse.
Cómo acostar a una persona mayor
Para acostar a una persona mayor, debes seguir los mismos pasos que para levantarla, pero en orden inverso. Es decir:
- Colócate al lado de la silla o el sillón donde está sentada la persona mayor, y dile con voz suave y clara lo que vas a hacer.
- Ayúdala a ponerse de pie, sujetándola por el cinturón o por la cintura, y dándole apoyo con tus brazos. Si necesita usar algún dispositivo de ayuda para caminar, asegúrate de que lo tenga cerca.
- Guíala hacia la cama, caminando despacio y con cuidado. Si usas el cinturón de transferencia, no lo sueltes hasta que lleguéis al borde de la cama.
- Ayúdala a sentarse en el borde de la cama, apoyando su espalda con una mano y su cabeza con la otra.
- Desliza sus piernas hacia el interior de la cama, ayudándote con el cojín o la almohada que has colocado debajo de sus rodillas.
- Ayúdala a echarse en la cama, apoyando su espalda con una mano y su cabeza con la otra. Puedes usar el cinturón de transferencia para sujetarla mejor.
Cuando acuestes o levantes a una persona mayor, comunica, colabora, utiliza dispositivos de apoyo si es necesario, sigue una técnica segura, sé paciente, crea un entorno seguro, asegúrate de su comodidad, monitorea su bienestar y ofrece apoyo emocional.
Momentos para levantar y acostar a una persona mayor
Los momentos para levantar y acostar a una persona mayor dependen de sus necesidades, preferencias y rutinas. Sin embargo, hay algunos momentos que son más recomendables que otros, como por ejemplo:
- Por la mañana: Es un buen momento para levantar a una persona mayor, ya que así puede empezar el día con energía y actividad. También, puede aprovechar para hacer sus necesidades fisiológicas, desayunar y vestirse.
- Después de comer: Es un buen momento para acostar a una persona mayor, ya que así puede hacer una siesta y favorecer su digestión.
- Antes de cenar: Es un buen momento para levantar a una persona mayor, ya que así puede comer algo ligero y disfrutar de un rato de compañía. Además, puede aprovechar para hacer sus necesidades fisiológicas, lavarse los dientes y prepararse para dormir.
- Por la noche: Es un buen momento para acostar a una persona mayor, ya que así puede dormir las horas necesarias y recuperar su energía. Aprovecha para ponerle el pijama y ajustar la temperatura y la iluminación de la habitación.
Posturas de la persona mayor
La postura de la persona mayor es muy importante para evitar lesiones, úlceras por presión, contracturas o dolores. Por eso, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Cuando la persona mayor esté en la cama, debes cambiarle de posición cada dos o tres horas, alternando entre boca arriba y de lado. Para ello, puedes usar almohadas, cojines o mantas para apoyar sus extremidades y evitar que se resbale.
- Cuando esté sentada en la silla o el sillón, debes asegurarte de que su espalda esté recta y apoyada, sus pies estén en contacto con el suelo o con un reposapiés, y sus rodillas estén flexionadas a 90 grados. También debes cambiarle de posición cada hora, moviendo sus brazos y piernas, y levantándola un poco para aliviar la presión.
- Cuando esté de pie o caminando, debes ayudarla a mantener el equilibrio y la postura, sujetándola por el cinturón o por la cintura, y dándole apoyo con tus brazos. Si necesita usar algún dispositivo de ayuda para caminar, debes ajustarlo a su altura y enseñarle a usarlo correctamente.
Posturas del cuidador
La postura del cuidador también es muy importante para evitar lesiones, dolores o fatiga. Por eso, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Cuando levantes o acuestes a una persona mayor, debes agacharte flexionando las rodillas y manteniendo la espalda recta, no inclinándote hacia delante. Acercarte lo máximo posible a la persona mayor, y usar el cinturón de transferencia si es necesario.
- Cuando cambies de posición a una persona mayor en la cama, debes hacerlo con suavidad y lentitud, usando las almohadas, cojines o mantas para facilitar el movimiento. Debes evitar hacer fuerza con los brazos o el cuello, y usar las piernas para empujar o tirar.
- Cuando acompañes a una persona mayor sentada en la silla o el sillón, debes colocarte a su lado o detrás de ella, y sujetarla por el cinturón o por la cintura. Evita torcer tu cuerpo o tu cuello, y mantener una distancia adecuada para no obstaculizar sus movimientos.
El autocuidado del cuidador es esencial para proporcionar un cuidado efectivo y sostenible a largo plazo.
Riesgos por estar acostado
Estar acostado durante mucho tiempo puede tener consecuencias negativas para la salud de una persona mayor. Algunos de los riesgos más comunes son:
- Úlceras por presión: Son heridas que se producen en la piel por la falta de riego sanguíneo debido a la presión prolongada sobre una zona del cuerpo. Se pueden prevenir cambiando de posición cada dos o tres horas, usando almohadas o cojines para aliviar la presión, y cuidando la higiene y la hidratación de la piel.
- Contracturas musculares: Son rigideces que se producen en los músculos por la falta de movimiento y estiramiento. Se pueden prevenir moviendo las extremidades cada hora, haciendo ejercicios de movilidad pasiva o activa, y masajeando los músculos afectados.
- Trombosis venosa profunda: Es la formación de un coágulo de sangre en una vena profunda, generalmente en las piernas, por la falta de circulación. Se puede prevenir elevando las piernas, usando medias de compresión, y tomando medicación anticoagulante si está indicada.
- Neumonía por aspiración: Es la infección pulmonar que se produce por la entrada de alimentos, saliva o vómito en las vías respiratorias. Se puede prevenir colocando a la persona mayor en posición ligeramente elevada para comer y beber, controlando la deglución y la masticación, y realizando una buena higiene bucal.
- Depresión: Es el trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una profunda tristeza, apatía, pérdida de interés y autoestima. Se puede prevenir estimulando la actividad mental y física, fomentando la comunicación y el afecto, y ofreciendo apoyo psicológico si es necesario.
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En el presente programa aprenderemos a cuidar la salud integral de las personas mayores a través del conocimiento de enfermedades y trastornos comunes en edad avanzada. Conoceremos qué atenciones proporcionarles según sus necesidades. Además, aprenderemos a aceptar el envejecimiento físico y emocionalmente. Se dará importancia a la persona mayor en las relaciones familiares y por último se enseñará a tratar con la importancia que merece la figura del cuidador.
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