Vacunar es Prevenir
El trágico fallecimiento de un menor afectado por difteria en Olot (Gerona) el pasado mes de junio, ha reavivado el debate sobre la responsabilidad paterna en la vacunación de los hijos.
- Curso recomendado: Cómo cuidar de los enfermos en edad escolar (I)
- 20% de descuento si es tu primer curso con el código 20CRS
El menor no fue vacunado por sus padres, quienes se han sentido “engañados por la propaganda antivacunas”, según palabras del secretario de Salut Pública de la Generalitat, Antoni Mateu. Pero, ¿quién tiene razón? ¿El movimiento antivacunas es creíble? ¿Tienen efectos secundarios las vacunas?
ERRADICADA EN ESPAÑA, HASTA AHORA
El caso del joven fallecido es el primero en tres décadas en España. La enfermedad había sido erradicada por completo en 1987, cuando se detectó el último caso, según datos del Ministerio de Sanidad. Desde 1945 se procedió a inmunizar contra la difteria y es a partir de 1965 cuando se comienza a incluir en campañas con tos ferina y tétanos, por medio de una vacuna combinada. En nuestro país, la vacunación se limita a un sistema de recomendación, en donde el Estado sólo puede persuadir a los padres para que vacunen a sus hijos. Según el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, dicho sistema "nos ha permitido llegar a niveles de vacunación casi del 97%, un dato por encima de países donde la vacunación es obligatoria".
PERO, ¿QUÉ ES LA DIFTERIA?
Es una enfermedad aguda y transmisible de las vías respiratorias altas causada por la bacteria Corynebacterium diphtheriae. Afecta a la garganta, pudiendo obstruir las dichas vías. Tras haber infectado un cuerpo –mediante gotitas respiratorias generadas por la tos o estornudos de una persona infectada o de un portador-, la bacteria produce toxinas que se expanden a través del torrente sanguíneo hasta el corazón y el cerebro.
También te puede interesar leer...
- ¿Preparados para cuidar a nuestros hijos cuando están enfermos?
- La educación es cosa de dos: familia y escuela
¿SABES CUÁNTAS VACUNAS DE DIFTERIA SE ADMINISTRAN AL AÑO?
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inmunización previene cada año entre 2 y 3 millones de defunciones por difteria, tétanos, tos ferina y sarampión. La cobertura vacunal mundial se ha mantenido estable en los últimos años. Durante 2013, y siempre con datos de la OMS, se administraron tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP3) al 84% de los niños de todo el mundo (unos 112 millones), con la intención de protegerlos contra graves enfermedades infecciosas. De ahí la importancia de confiar en un buen sistema de prevención no sólo para evitar el contagio de nuestros pequeños, sino de sus compañeros de escuela y amigos.
POSICIÓN DE LOS ANTIVACUNAS Y DESCRÉDITO
La figura más reconocible del movimiento antivacunación es Andrew Wakefield, excirujano e investigador británico, quien publicó un artículo en la prestigiosa revista médica The Lancet en 1998, donde relacionaba la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) con el autismo. Pese a determinadas campañas mediáticas a su favor, la comunidad científica acabó retirando su apoyo al cirujano, quien además vio revocada su licencia para ejercer la medicina en el Reino Unido. Aunque The Lancet se retractó de haber publicado años atrás aquel artículo, el daño ya estaba hecho: había conseguido cientos de seguidores que confiaban en sus teorías. Teorías que hoy en día se siguen padeciendo.
Y vosotros, ¿qué pensáis sobre los antivacunas? ¿Creéis que sus teorías son válidas?