- Escrito por Marta Ardizone
Más allá de cuidar
Teresa quiso convertir su vocación en trabajo como terapeuta ocupacional. Si quieres votar por su relato compártelo en las redes sociales.
Hola a todos me llamo Teresa, soy terapeuta ocupacional y trabajo en el centro de día El Enebral.
Desde que acabé mis estudios, tenía claro que mi gran vocación era trabajar con personas mayores y que por encima de todo quería dedicarme a cuidarles.
Como terapeuta ocupacional mi principal objetivo es capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria. Y realmente queridos amigos, ¿habrá algo más importante que una persona sea capaz de ser autónoma para realizar sus actividades o que sea capaz de expresar lo que piensa? Bajo esta pregunta está un lema que a veces olvidamos y es preservar en todo momento la DIGNIDAD de la persona.
Desde que finalicé mis estudios no he parado de formarme en el trato con la persona mayor, demencias, mejores terapias, etc. Todo esto realmente acaba siendo teoría aunque no deja de ser importante.
Los mayores agradecen y perciben si vamos a trabajar con una sonrisa
Cuando empecé a trabajar fue cuando me di cuenta de todo lo que podía aprender escuchando y tratando desde la mayor cercanía a las personas con las que trabajaba. Apenas tengo dos años de experiencia trabajando en centros de mayores, pero en cada uno de ellos he descubierto algo nuevo.
Me he llevado grandes experiencias tanto personal como profesionalmente.
Mi último proyecto ha sido empezar a trabajar en el Centro de día El Enebral y aunque lleve solo dos meses, cada día es distinto y maravilloso a la vez.
En este centro he reforzado el pensamiento de que "siempre debemos luchar, tener positividad para no perder la esperanza e ilusión” importantísimo para trabajar con personas mayores y con cualquier profesión relacionada con el cuidado.
Mi día comienza con unos buenos días y el apoyo por parte de mis compañeros, cosa que se agradece siempre. Cada día voy a trabajar con una sonrisa, nuestros mayores lo agradecen y lo perciben. Desde primera hora realizamos actividades de acuerdo a sus necesidades para que siempre estén motivados e intentamos innovar con nuevos proyectos sin interrumpir su rutina necesaria. Todos nos involucramos para que la estancia de nuestros mayores sea lo mejor posible. En un día se viven momentos muy intensos, muchas emociones, risas…Cada día aprendo nuevas cosas y se viven experiencias.
En el centro de día El Enebral estoy teniendo la oportunidad de realizar terapias grupales e individuales y dedicarme más a mi profesión. También tengo la suerte y la gran oportunidad de escuchar a las familias para que me cuenten cómo se encuentran, cómo es su día a día, resolverles dudas, aconsejarles, reírnos, emocionarnos…
Como es normal todo esto no lo puedo hacer sola. El centro cuenta con un excelente equipo profesional y humano. Por ello se hace destacar, por la humanidad que tenemos en nuestro trato. Nos apoyamos en cada pasito que damos, en cada acción y lo más importante día a día.
Como no quisiera extenderme más acabo resumiendo con las siguientes reflexiones.
Cómo trabajadores: seamos, por encima de todo, personas y ofrezcamos humanidad en nuestro trato.
A los familiares: hagamos que su día a día sea más dulce, que sepan que cuentan con nosotros y que siempre contarán con nuestro apoyo.
A nuestros mayores: démosles cariño, ofrezcámosles respeto, escucha y paciencia. Y por encima de todo, siempre hagamos todo lo posible para cuidar su dignidad como personas.
Teresa Marín
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