- Escrito por Juan Moisés de la Serna
Cuidador: no temas preguntar
¿Alguna vez te ha dado reparo preguntar al médico sobre la patología que sufre la persona a la que cuidas? Vencer la barrera del miedo es el primer paso para poder dar unos cuidados de calidad. Juan Moisés de la Serna, doctor en Psicología, nos explica por qué es importante preguntar.
Cuando a un familiar o a uno mismo le diagnostican una enfermedad, a veces es tan fuerte el "shock" que nos olvidamos del resto de la información que nos da el médico. Pero preguntar está en nuestra naturaleza y cuando cuidamos debemos perder el miedo a ello.
Por eso, una de las primeras tareas que tiene que superar el cuidador es la incomunicación, porque hay que entender términos que nunca antes había oído.
El truco está en llevar apuntadas todas las dudas cuando se acuda a la consulta y anotar las respuestas, porque de ello depende la calidad de la atención al enfermo.
Nadie nace sabiendo
No se pide que conozcamos el idioma especializado de los médicos, pero sí comprender lo que los especialistas indiquen sobre los cuidados y atenciones que debe recibir la persona que padece la patología. Y es obligación de los profesionales simplificar el lenguaje y resolver todas las dudas que tengamos.
A veces por vergüenza o por no parecer "poco inteligente", se sale de la consulta con más preguntas que respuestas.
Es importante que el cuidador o el propio enfermo tengan claro a qué patología se enfrentan, cómo va a ir evolucionando, y sobre todo, qué cuidados debe recibir en cada caso. Y la única forma de hacerlo es preguntando.
En ocasiones el familiar cuidador se ve abrumado por la situación y es incapaz de preguntar o de pedir ayuda. Se encuentra que la situación le supera y no sabe qué hacer ni cómo.
De ahí que el cuidador se deje orientar y ayudar. En los centros médicos suelen existir asociaciones que se reúnen para compartir sus vivencias.
En ocasiones, éstas suelen estar supervisadas por personal sanitario especializado, que ayuda a los cuidadores y a los propios enfermos a superar las dificultades que van surgiendo.
Preguntar aún a riesgo de pensar que se puede "ser pesado" es importante. No debemos quedarnos con ninguna duda sobre qué enfermedad es y qué atenciones requiere. De forma que el cuidado proporcionado sea de la mayor calidad posible.
A quién acudir
Cuando se tienen dudas lo mejor es consultar a un profesional. Pero en determinados casos también podremos hablar con otras personas que hayan pasado por la misma situación. Porque su experiencia nos puede ayudar a resolver nuestra duda.
Sin embargo, como cada persona es un mundo y cada caso puede derivar en diferentes vertientes, es aconsejable contar con orientación profesional para que sepa ceñirse a nuestras necesidades concretas.
De igual manera, si se trata de una enfermedad degenerativa, en la que se van perdiendo facultades físicas o mentales, o si es crónica, las necesidades y preguntas van a ir variando. Por ello, no debemos tener miedo de consultar al especialista ante la nueva situación.
De hecho, es tanta la importancia que tiene recibir una comunicación directa y clara, que se han comenzado a tomar cartas en el asunto.
Diferentes federaciones y asociaciones han puesto a un especialista a cargo del área de comunicación, por considerar de la relevancia de ofrecer una información asequible y accesible.
El objetivo es utilizar un idioma claro para no generar más incertidumbre.
No se trata solo de realizar campañas de concienciación o sensibilización sobre una determinada enfermedad, sino facilitar otras formas de contacto para resolver dudas.
FEDES Parkinson, Federación Española de Parkinson, puso en marcha el programa "Contigo" para habilitar números de teléfono, direcciones de correo y de e-mail para resolver cualquier cuestión sobre la enfermedad, su evolución, sus características, etc.
En la entrevista a Dª Beatriz Sánchez, coordinadora del programa "Contigo", se puede ampliar toda la información sobre esta iniciativa.
Internet ha acercado la posibilidad de acceder a las preguntas. Se puede consultar al vecino o un conocido para que nos cuente su experiencia directa con una situación similar. Pero, ¿no es mejor consultar al especialista?
Además, siempre hay que tener en cuenta que la enfermedad puede evolucionar, por lo que los cuidados se tendrán que adaptar a esa nueva situación.
Por eso, para proporcionar o recibir el mejor cuidado es necesario, preguntar, preguntar y preguntar. Y ahora, ¿qué vas a hacer si tienes alguna duda?
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