Artritis Reumatoide en Personas Mayores | Síntomas
Con la llegada de la vejez, aparecen enfermedades muy comunes como la artritis reumatoide. Hoy, queremos contarte todo sobre esta patología, sus síntomas y su prevención.
La artritis reumatoide es un tipo de artritis crónica, degenerativa y que aún no tiene cura. Afecta en mayor medida a personas mayores de 40 años.
Por eso, es importante detectarla a tiempo para que los síntomas no se agraven y nuestro mayor pueda disfrutar de calidad de vida durante su envejecimiento.
¿Qué es la artritis reumatoide en personas mayores?
La artritis reumatoide en personas mayores aparece por una inflamación crónica de la membrana sinovial (una especie de “bolsa” que cubre las articulaciones), provocando daños en las mismas.
Las articulaciones están a salvo gracias a los cartílagos que las rodean. Sin embargo, la artritis reumatoide hace que éstos se deterioren por el rozamiento (también huesos, ligamentos y tendones), afectando a las articulaciones (pies, manos, rodillas, caderas...).
Cuando la enfermedad ya está muy avanzada o su pronóstico es grave, puede llegar a dañar órganos como el riñón, el corazón o los pulmones.
Síntomas de la artritis reumatoide en personas mayores
Para detectar la artritis reumatoide en personas mayores, debemos prestar especial atención a los primeros síntomas:
- Articulaciones rígidas por las mañanas
- Hinchazón
- Dolor en las articulaciones
- Cansancio o astenia
Si conseguimos detectar estas señales, te recomendamos que acudas al médico lo antes posible, pues la enfermedad se puede complicar y su detección precoz ayudará a aminorar sus síntomas.
En caso de que la enfermedad haya avanzado y no se haya detectado, se experimentan síntomas como:
- Pérdida de movilidad en las articulaciones
- Debilitamiento de los músculos
- Inflamación y enrojecimiento
- Fiebre
- Falta de apetito
- Piel y mucosas secas
- Aparición de bultos debajo de la piel
- Deformidad (sobre todo de las extremidades)
La duración de estos síntomas no es concreta, ya que pueden durar solo unas horas o llegar a durar semanas. Por eso, es importante que desde que te percates de alguno de ellos, acudas rápidamente a tu médico de cabecera para que te realice una revisión.
Diagnóstico de la artritis reumatoide en personas mayores
Es sumamente importante prestar atención al cuerpo de nuestros mayores y a las dolencias que presentan. De esta forma, conseguiremos una detección precoz de la artritis reumatoide aminorando sus síntomas.
Una vez el mayor acude al médico porque cree que padece esta enfermedad, el médico deberá realizar las pruebas pertinentes para recetar el tratamiento correspondiente.
Entre ellas, destaca el reconocimiento de las articulaciones para comprobar si existe hinchazón, enrojecimiento o calor corporal. También, estudiará el nivel de reflejos y fuerza muscular que presenta el paciente.
Por otro lado, se realizan análisis de sangre y otras pruebas como TAC, radiografías, resonancias magnéticas o ecografías.
Causas de la artritis reumatoide en personas mayores
La aparición de la artritis reumatoide en personas mayores puede deberse a diferentes motivos:
- Edad: las personas con edad avanzada son más propensas a contraer esta enfermedad por el deterioro físico.
- Género: las mujeres están más predispuestas a tener artritis reumatoide que los hombres.
- Tabaco: este tipo de agente nocivo es perjudicial para la salud de todos, pero sobre todo para la de nuestros mayores. Pues, provoca la degeneración celular.
- Peso: el sobrepeso o la obesidad son dos factores indiscutibles que provocan la aparición de este tipo de artritis.
- Genética: puede ser que existan antecedentes familiares con esta patología y por tanto, sea hereditaria.
Tratamiento de la artritis reumatoide en personas mayores
La artritis reumatoide en personas mayores es una enfermedad autoinmune que no tiene cura, pero sí se pueden tratar sus síntomas a través de:
- Terapia farmacológica: medicamentos recetados por un reumatólogo (médico especializado en la artritis) según el historial médico del paciente y su estado.
- Terapia no farmacológica: a través de terapia ocupacional en geriatría o fisioterapia en residencias (enseñanza de ejercicios para mejorar la flexibilidad de las articulaciones o la práctica del mejor yoga para personas mayores). Además, la termoterapia también funciona muy bien, pues al aplicar calor sobre las zonas afectadas, éstas experimentan una mejoría.
Al tratarse de una enfermedad degenerativa, debemos hacerle frente con los mejores cuidados profesionales. Por ello, si tu mayor se encuentra en situación de dependencia, lo ideal será buscar la residencia o centro de día ideal para su rehabilitación.
- Cirugía: se puede reconstruir el propio tendón dañado o sustituir por completo la articulación mediante una prótesis. Así, se reduce el dolor crónico y mejoran algunas funciones como la motriz.
- Dieta para perder peso: los pacientes mayores con sobrepeso u obesidad deberán ser estrictos con la dieta para no agravar su artritis reumatoide. De hecho, en muchas residencias, la figura del nutricionista es clave para estas personas.
Prevención de la artritis reumatoide en personas mayores
Pero... ¿Cómo podemos prevenir la artritis reumatoide en personas mayores? Existen diferentes factores a tener en cuenta en el día a día para evitar que esta enfermedad llegue a la vida de nuestros mayores.
Te los contamos a continuación:
Estilo de vida saludable
Para evitar enfermedades como la artritis reumatoide en personas mayores, es imprescindible llevar un estilo de vida saludable en el que la alimentación equilibrada y el deporte sean los dos pilares fundamentales.
Una dieta baja en grasas en la que predominan frutas, verduras, cereales y pescado. Pues, la carne no es una buena aliada para prevenir la artritis reumatoide, ya que podría ocasionar trastornos en el intestino de los mayores con predisposición a contraer esta enfermedad.
Además, el consumo diario de probióticos ayudará en gran medida a prevenir este tipo de artritis, proporcionando los nutrientes que necesitan estas personas.
Por otro lado, la actividad física como el yoga o los ejercicios de estiramiento especiales para personas mayores hacen que los músculos y huesos se fortalezcan, mejorando la circulación de la sangre.
No fumar
Consumir sustancias nocivas para el cuerpo como el tabaco, conlleva muchos riesgos.
Por eso, evitar dicho consumo proporcionará a nuestros mayores una gran calidad de vida vacía de “malos humos” perjudiciales para su salud.
Respetar las horas de sueño
Dormir es un bien de primera necesidad, pero nuestros mayores deben descansar y no sólo dormir. Pues, la calidad del sueño es más importante que la cantidad.
No pasa nada si duermen menos horas, mientras éstas sean efectivas. Siempre respetando hábitos, horarios y distracciones.
Si tu mayor sufre de algún trastorno del sueño como el insomnio, te recomiendo que leas la publicación de miResi sobre algunos consejos para tratar el insomnio en personas mayores.
Adaptar el hogar
Cuando nuestros mayores comienzan a envejecer, es importante que se vayan realizando modificaciones de forma gradual en casa.
Todo basado en las necesidades que presente nuestro familiar para que se sienta cómodo en el hogar y no tenga que realizar sobreesfuerzos para llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria.
Cuidar la postura
Mantener mucho rato una misma postura, genera muchos dolores de espalda. Sobre todo en nuestros mayores, que suelen presentar rigidez en articulaciones, entumecimiento de huesos y agarrotamiento de músculos.
Por tanto, deben ir cambiando la postura: caminar un poco (si pueden hacerlo), erguirse si están acostados o si son completamente dependientes, hacer uso de elementos ortopédicos como las grúas para personas mayores o la asistencia sanitaria por parte de un profesional para realizar las movilizaciones pertinentes del cuerpo.
Por último, también es muy importante que aquellos mayores que sean independientes, no hagan muchos esfuerzos como cargar un peso excesivo cuando van a hacer la compra... ¡Siempre es mejor ir poco a poco y así, evitamos lesiones!
Lidiar con el estrés
Finalmente, liberarse del estrés es un punto muy positivo a nivel cognitivo y emocional para que las personas mayores eviten la llegada de esta enfermedad degenerativa.
Pues, la salud mental es tan importante como la física. Para ello, existen técnicas de respiración y relajación específicas para tratar trastornos como la ansiedad en personas mayores.
Actitud frente a la artritis reumatoide en personas mayores
Las personas mayores con artritis reumatoide o alguna enfermedad similar que les incapacite en su día a día para realizar sus tareas, se suelen sentir frustradas, malhumoradas e impacientes.
Es completamente normal que tengan estos sentimientos. Sobrellevar esta incapacidad en la vejez, no es nada fácil...
Por eso, el apoyo de un terapeuta o psicólogo les servirá de gran ayuda. Una guía para trabajar sobre sus emociones y proyecciones, ya que una actitud positiva ayudará a evitar somatizar pensamientos y a aceptar la situación de una manera constructiva.
Esperamos que este artículo haya sido útil para ti y tu familiar, pues la artritis reumatoide en personas mayores es una enfermedad cada vez más común que puede derivar en problemas de corazón, osteoporosis e infecciones como la gripe o la neumonía, entre otros.
Nuestros mayores se merecen los mejores cuidados, por lo que si detectas que tiene dificultades para llevar a cabo las tareas diarias y para moverse, así como presenta algunos de los síntomas comentados, te recomendamos que acudas al médico para realizar una revisión.
La artritis reumatoide en personas mayores en escala avanzada puede llegar a suponer una limitación en la vida del mayor (incluso, provocando cierto grado de discapacidad física), acabando con su independencia y fomentando una vejez pasiva.