- Escrito por Patricia Ramírez Carrasco
Comunicarse y empatizar con la persona a cuidar
Cuando hablamos de los cuidados básicos de la persona tenemos que hacer un balance de las necesidades, y para ello en primer lugar, tenemos que establecer una buena comunicación con la persona a cuidar y empatizar con ella, es decir, encontrar la mejor manera de comunicarnos y aprender a empatizar para entender lo que necesita.
Una buena manera de comunicarse implica ponerse en el lugar del otro
En algunas ocasiones pueden estar presentes algunas dificultades en la comunicación con la persona dependiente a la que tenemos que ofrecer una serie de cuidados. Podemos encontrar barreras en el entorno, en el receptor y en el emisor, como, por ejemplo, sordera, demencias... Si encontramos alguna de estas barreras es el momento de brindarle apoyo para poder solventarlas o mejorar la comunicación por lo que debemos tenerlas en cuenta para poder prestarle una buena atención.
Podemos encontrar mucha más información sobre la comunicación con las personas dependientes en nuestra página o a través de la formación en el Certificado de Profesionalidad de Atención Sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales en el que se tratarán entre otros muchos temas principales sobre el cuidado y la atención sociosanitaria, temas relacionados con la comunicación entre los que podemos encontrar los siguientes:
- Mejora del proceso de comunicación con la persona dependiente
- Utilización de técnicas de comunicación alternativa y aumentativa
Durante la comunicación debemos tener presente que la persona dependiente puede no sentirse comprendida debiendo cuidar la forma y la actitud en la que nos comunicamos, respetando sus tiempos y sus limitaciones.
Usar un lenguaje fácil de comprender, sin tecnicismos y adecuado puede facilitarnos la comunicación con la persona a cuidar, generando entre el cuidador y la persona cuidada una comunicación basada en la confianza.
Escucha activa
Establecer una escucha activa nos ayudará no solo a mantener una buena comunicación, si no a dedicarle toda la atención a lo que la persona dependiente intenta comunicarnos, no solo verbalmente sino también con la comunicación no verbal que en numerosas ocasiones dejamos pasar desapercibida y que es tan importante.
Con las personas dependientes o que necesitan cuidados realizar un feedback correcto es una de la manera que tenemos para evitar malentendidos y confusiones. La falta de comunicación puede generar dificultades que compliquen la atención y no centrarnos en la persona cuidada ni en sus necesidades.
Características de la escucha activa
Algunas características que podemos resaltar para llevar a cabo una buena escucha activa son las siguientes:
- Tener una actitud positiva, el cuidador debe contar con una buena predisposición.
- No dar cabida a prejuicios y por tanto escuchar sin ellos.
- No imponer opiniones y respetar a la persona cuidada.
- Prestar plena atención tanto al lenguaje verbal como al no verbal.
Formación recomendada
Masterclass La escucha activa como herramienta para cuidar a personas mayores o dependientes.
Gracias a la escucha activa captaremos mejor el comunicado y los sentimientos de nuestro interlocutor
Más información
¿Qué es la empatía? Base imprescindible en el cuidado de la persona dependiente
La empatía hacia las personas mayores es, igualmente, un elemento indispensable que debe inculcarse a todas las personas cuidadoras.
La RAE define la empatía como:
- Sentimiento de identificación con algo o alguien.
- Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
El objetivo que debemos plantearnos cuando hablamos del cuidado a una persona dependiente es un cuidado centrado en la persona, para ello, tenemos que conocer exactamente las preocupaciones de esta persona, sus necesidades no solo físicas, sino también psíquicas y sociales, empatizar no solo con la persona dependiente sino también con su círculo.
En ocasiones, tenemos que realizar grandes esfuerzos para poder establecer una buena comunicación con la persona a la que cuidamos, pudiendo generar conflicto y momentos de tensión entre cuidador y persona dependiente por lo que una buena capacidad de desarrollo de la empatía tranquilizará al interlocutor, sintiéndose escuchado y comprendido.
Actuar de manera empática no implica la necesidad de cambiar de opinión, creencias o dejar de lado las propias convicciones, sino respetar, entender las necesidades que puede tener la persona dependiente.
Formación recomendada
Masterclass El poder de la empatía en el cuidado de las personas
La empatía es una habilidad que se puede desarrollar, potenciar y convertirse una de las claves del éxito de los cuidadores, que les prepara en determinadas capacidades necesarias para que pueda dedicarse a las personas dependientes de una forma sana y equilibrada emocionalmente
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Formación e información, las claves para unos cuidados de calidad.
Analiza las necesidades de la persona a cuidar y personaliza su atención.