Bienvenido a SUPERCUIDADORES Perú
SUPERCUIDADORES es la empresa líder en servicios y formación para cuidadores familiares y profesionales (auxiliares de ayuda a domicilio, gerocultores y técnicos de teleasistencia) de personas mayores, personas que sufran alguna enfermedad, o se encuentren en situación de discapacidad o dependencia.
En esta web podrás encontrar tanto cursos de formación de tu interés, así como el Blog del Cuidador, con más de 700 artículos sobre materias como:
- La persona cuidada
- El cuidador
- Enfermedades
- Discapacidades
- Conciliación
- Entrevistas y reportajes
- Temas de actualidad
Adicionalmente, encontrará:
- Consejos
- Manuales
- Directorio de interés
- Productos recomendados
Cómo acceder a la formación
- Seleccione la categoría de su interés (Videotutoriales, Masterclass, Cursos online o Certificados de profesionalidad).
- Elija la formación que le interese haciendo clic en Matricúlate o en comprar.
- Accede con el usuario y contraseña, o regístrate para poder continuar con el proceso de compra.
- Introducca el código descuento SUPERCUIDADORESPERU10.
- Haga clic en comprar ahora.
- Recibirás un correo electrónico con el acceso a la formación adquirida
FORMACIÓN DESTACADA
VIDEOTUTORIALES
Entre 5 y 10 minutos
Accede a más de 40 vídeos prácticos y animados de corta duración impartidos por especialistas del sector sociosanitario
MASTERCLASS
Alrededor de 1 hora
Accede a más de 175 masterclass para cuidarte a ti y a los tuyos
CURSOS
Entre 20 y 120 horas
Accede a más de 125 cursos online pensados para ti
CERTIFICADOS DE PROFESIONALIDAD
Entre 100 y 600 horas
Accede a los más importantes certificados de profesionalidad de atención sociosanitaria
Ver nuestro catálogo formativo
Encuentra más de 385 cursos de formación online distribuidos en las siguientes categorías:
(Selecciona una para acceder a la formación relacionada)
- Escrito por Maria Luengo
Cuando me propusieron escribir un artículo sobre “por qué soy Cuidadora”, la respuesta parecía obvia: porque me tocó, igual que a otros les toca tener un hijo o un hermano enfermo.
-Clase gratuita: Gestión de las emociones
-Conéctate a través de tu ordenador, tablet o teléfono móvil
Sin embargo, si lo pienso un poco más despacio, la respuesta cambia radicalmente. Soy cuidadora no por una circunstancia que me ha venido dada, sino porque yo quiero, yo lo elijo cada día.
Este artículo pretende mostrar el proceso de asimilación desde que te das cuenta de que tienes que hacerlo, hasta que lo eliges libremente, y lo realizas como una opción vital y con mucha alegría, disfrutando de cada momento.
Algo así he vivido yo. Es un tema tan delicado y personal que me produce cierto pudor hablar de ello. Sin embargo, si este caso sirve de guía o referencia a otras personas en circunstancias similares, habrá merecido la pena exponerlo.
He tenido la suerte inmensa de tener una madre maravillosa, la mejor madre del mundo, y en mi caso no es un tópico o frase hecha, en mi caso es absolutamente cierto. Pero también me ha tocado sufrir con ella.
María cuida a su madre, que padece la enfermedad de Alzheimer
Hace ya 8 años que le diagnosticaron Alzheimer, y desde entonces el deterioro ha sido paulatino e irreversible. Junto con mis hermanos, he procurado cuidarla todo este tiempo con el máximo cariño, atenderla lo mejor posible, devolverle sólo una parte del amor y el cuidado que ella nos ha procurado a todos durante toda su vida.
No te pierdas el curso "Aprender a cuidar al enfermo de Alzheimer" desarrollado con la Fundación Alzheimer España. Pregunta por nuestros descuentos especiales.
Todo fluye como algo natural, algo que sucede sin más. Cuidarla es la única opción, igual que si un hijo se pone enfermo. Pero en estos cuidados llega un momento crítico, el momento en que eres consciente de que te has convertido en “el cuidador”.
Esta fase es complicada, te entra pavor por la responsabilidad, miedo ante lo desconocido, y normalmente te sientes solo.
Hasta hace poco tiempo no teníamos el concepto de “cuidador” como lo entendemos hoy en día. Sí sabíamos qué era cuidar a mayores o enfermos; si sabíamos lo que era una niñera, pero no existía esa figura como tal.
El cuidador es el principal responsable del cuidado y atención de una persona mayor o un enfermo, normalmente un familiar. El encargado suele ser el marido, la mujer, o alguno de los hijos, pero también puede serlo alguien ajeno a la familia o una persona contratada.
"Ser cuidador es una carrera de fondo"
Sobre el cuidador recae el mayor peso y suele ser un proceso agotador, tanto física como psicológicamente. Hay que tener claro que se trata de una carrera de fondo, así que más vale no desgastarse en las primeras fases.
Lo primero que hay que hacer cuando se asume el cuidado de un familiar es ponerse en forma. No puede ayudar quien no está bien. Los que están alrededor deben entender que el foco de atención no se limita al enfermo, sino que el cuidador necesita un apoyo extra para poder enfrentarse con alegría y con fuerzas a la inmensa tarea que tiene entre manos.
Desarrolla tu capacidad de resiliencia con la ayuda de una psicóloga con nuestra Masterclass. Pincha aquí para matricularte
Tan necesario es atender al enfermo como al cuidador. Es importante mantenerse activos, que nuestra vida no se limite al enfermo. Necesitamos descansar, reponer fuerzas y llenarnos de alegrías.
Yo le diría a alguien que va a asumir este reto: “No descuides tu vida, tu trabajo, tus aficiones y tu vida social”.
Ofrecer nuestro tiempo y energías tiene mérito, pero renunciar a los planes de vida es un error, aunque se disfrace de sacrificio por el bien del otro.
"Soy cuidadora porque quiero"
Por otro lado, es importante compartir las tareas en la medida de lo posible, contar con familiares que puedan sustituirnos y contratar personal cuando haga falta. Normalmente no hay en la familia una persona “liberada” para el cuidado de mayor, por lo que la organización va a resultar crucial en este proceso.
Al final, después de un largo proceso, llego a una clara conclusión. ¿Por qué soy cuidadora? No es por dinero, como puede ser el caso de algunos profesionales. No es un tema de justicia, ni siquiera de caridad.
Cuido de mi madre porque es la mujer que más admiro en este mundo, y porque disfruto cada segundo que paso con ella, aún con sus facultades mermadas.
Soy cuidadora porque quiero, porque es lo más interesante, maravilloso y enriquecedor que puedo hacer ahora mismo con mi vida. Esa es mi respuesta.
María Luengo