Déjalo que llegue

Carmen cuida a su marido David y ha querido compartir con su relato cómo es la convivencia con él. Si quieres votar por su relato compártelo por las redes sociales.

Mi nombre es Carmen, soy esposa de David. Él realiza terapia por sus problemas de lenguaje y de memoria en Cognitiva Unidad de Memoria.

David como persona ha sido activo, ordenado, trabajador y sencillo, más bien tímido. Ahora es más abierto, alegre, no se corta pero es correcto. Trata de molestar lo menos posible.

Se ducha solo y arregla solo, estoy pendiente sin que él se de cuenta.

Salimos todos los días mañana y tarde a dar un paseo. En casa hace bicicleta, él se controla el tiempo a su manera. Trata de ayudarme, pone y quita la mesa, alguna vez va a fregar y recoger la cocina, también a su manera, si le corrijo a veces se enfada y lo deja.

Cuando vienen los nietos es correcto y tiene cuidado al hablar.

Cuando llaman por teléfono procuro ponerle para que hable. Conoce y habla normal un ratito, después cambia ya las palabras. Si alguna vez no estoy y él coge el teléfono me dice que han llamado y a fuerza de investigar alguna vez consigo saber quién ha llamado.

Estoy pendiente de David sin que se de cuenta

A David le cuesta el vocabulario, muchas cosas no entiendo y con otras me cuesta mucho. Él no lo lleva mal y aguanta. Pienso que se da cuenta de la situación. Cuando tiene hambre reclama comida o la busca, ¡en esta situación le entiendo de maravilla!

Yo me dedico a cuidar la casa y a David todo el día. Estoy todo el tiempo pendiente de él, lo tengo asumido. No sé si me estoy cuidando…de momento de mí no me acuerdo.

Hasta ahora lo llevo más o menos bien, con mis altos y bajos. Algunas veces pienso que no me he dado cuenta del problema, me deprimo y lloro.

El otro día estaba angustiada y preocupada y le comenté que si los dos estamos mal nos tendremos que ir a vivir a una residencia y él me respondió: “no adelantes acontecimientos, déjalo que llegue”. Me emocionó porque ese es el David que yo conozco.

Carmen De La Iglesia Sanz

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