- Escrito por Marta Ardizone
La interacción fármaco-nutrientes
Algunos medicamentos pueden disminuir su eficacia si se combinan con determinados alimentos o se toman en ayunas. Te ofrecemos recomendaciones para una correcta interacción fármaco-nutrientes.
Las personas de edad avanzada, al presentar una mayor morbilidad (proporción de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado) constituyen un grupo que consume medicamentos en gran cantidad. Por ello, están más expuestos a que surjan interacciones entre los alimentos y los fármacos.
La interacción puede tener efectos a nivel digestivo y metabólico e incluso puede producir modificaciones en el apetito.
Es conocido que los alimentos pueden alterar la absorción y el efecto de los fármacos. Afortunadamente, la mayoría se absorben bien en el tracto gastrointestinal, independientemente de si son tomados con la comida o con el estómago vacío.
La interacción con los alimentos es diferente para cada fármaco y no tiene la misma relevancia en todos los pacientes.
Suele ser más importante en ancianos, diabéticos y pacientes con enfermedades cardiovasculares o con malnutrición. Por este motivo el médico debe aconsejar al paciente sobre el modo de ingestión de la medicación y su relación con las comidas.
Asociar la dosificación de la medicación con actividades rutinarias diarias como las comidas suele mejorar el cumplimiento terapéutico del paciente.
Pueden producirse numerosas interacciones entre alimentos y fármacos, aunque solo unas pocas son clínicamente relevantes y pueden dar lugar a una disminución de la eficacia de un tratamiento o a la aparición de efectos adversos.
Por este motivo, es importante recordar al anciano el modo de ingestión de los fármacos por vía oral que haya recomendado el médico y procurar siempre que no ingiera ningún fármaco que no le hayan recetado.
Recomendaciones
A continuación te indicamos seis alimentos que alteran el efecto de algunos fármacos:
- El pomelo: repercute de forma negativa en la eficacia unos 85 medicamentos, por ejemplo aquellos que se utilizan para reducir el colesterol, los antibióticos y los bloqueadores de los canales de calcio utilizados para tratar la presión arterial alta.
Este cítrico también influye en los fármacos empleados para combatir el cáncer y puede afectar al sistema inmunitario de las personas que tienen algún órgano trasplantado.
El pomelo contiene un compuesto denominado “furanocoumarin”, que bloquea la enzima “citocromo P40 3A4”, que metaboliza muchos fármacos. Si esto ocurre, el medicamento puede llegar rápidamente a niveles tóxicos en el torrente sanguíneo, lo que puede llegar a desembocar en una insuficiencia renal y respiratoria aguda, una hemorragia gastrointestinal e incluso la muerte. - Las verduras de hojas verdes: como la col rizada, el brócoli, las acelgas y la lechuga son un arma de doble filo.
Por una parte aportan beneficios, porque son alimentos llenos de fibra, vitaminas y antioxidantes, que fortalecen los huesos y la función cerebral.
Por otra, conllevan un riesgo, porque promueven la coagulación de la sangre. Esto puede contrarrestar el efecto del medicamento en aquellas personas que toman anticoagulantes. - Los lácteos: repercuten negativamente en los antibióticos elaborados con quinolonas (ácido nalidíxico, ciprofloxacino, ofloxacino, moxifloxacino y levofloxacino).
- Los embutidos: disminuyen el efecto de los antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Y es que estas viandas contienen un aminoácido llamado “tiramina”, que también la produce el cuerpo de forma natural, cuya función es regular el azúcar en la sangre.
Pese a que el cuerpo se encarga de controlar los niveles de “tiramina”, la combinación de estos alimentos y el fármaco puede causar niveles peligrosos de azúcar y un aumento de la presión arterial. Esto se debe a que el medicamento descompone la “tiramina” en el torrente sanguíneo. - La cafeína: influye en la efectividad de los antibióticos elaborados con quinolonas (ácido nalidíxico, ciprofloxacino, ofloxacino, moxifloxacino y levofloxacino), porque impiden que la cafeína se descomponga en el cuerpo. Ello provoca nerviosismo y palpitaciones.
También se ven afectados los medicamentos indicados para el asma, los remedios contra la ansiedad, los estrógenos, los anticoagulantes y aquellos fármacos empleados para combatir la presión arterial alta.
Por otra parte, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad porporciona las siguientes pautas para ingerir determinados medicamentos.
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