- Escrito por Olga Lucía Sabogal
¿Por qué debemos fomentar las relaciones sociales, el ocio y el acceso a la tecnología en las personas mayores?
El cuidado social juega un papel clave en la salud mental y emocional tanto del cuidador profesional o familiar como de las personas en situación de dependencia, es por ello que el fomento de las relaciones sociales, el ocio y el uso de las tecnologías se vuelve esencial en determinados momentos del cuidado de una persona mayor o dependiente.
Es de vital necesidad mantener lazos afectivos, cultivar las amistades, practicar actividades recreativas y ejercer la vida social, para que no quede ignorada esta dimensión, porque, en caso contrario, las consecuencias serán muy negativas, tanto para el cuidador como para la persona cuidada.
El equilibrio entre vida exterior y vida interior es clave para la armonía personal, como lo es la correcta correlación entre vida pública y vida privada.
¿Qué hacer para fomentar las relaciones sociales de las personas mayores y/o en situación de dependencia?
- Valoración previa: Conocer en qué situación de sociabilidad se encuentran para valorar sus actividades y hábitos.
- Integrar e interacción: Promover la realización de actividades acordes a su estado de dependencia y capacidades, buscar la ayuda de familiares y amigos y aprovechar los recursos sociales existentes en la zona.
- Salir del núcleo familiar: Cuando una persona ha dejado de relacionarse con otras personas de su edad, hay que invitarles a que conozcan a gente. No todas las relaciones sociales tienen que estar en el entorno familiar, hay que fomentar la sociabilización fuera de él.
- Aprovechar los medios y recursos del entorno: incentivar al usuario a dar paseos, visitar parques y otros lugares de interés en donde pueda conocer gente distinta y distraerse.
- Rutinas saludables: Que adquieran hábitos tan sencillos y tradicionales como salir a comprar al mercado, dar paseos diarios o acudir a alguna asociación o casa cultural para hacer actividades.
Cuando nos referimos al ocio y tiempo libre, vemos que es una necesidad de todo ser humano y es básico para su desarrollo personal y social. Es un signo de calidad de vida y bienestar, con su práctica la persona obtiene: energía positiva, refresca la mente y a largo plazo ayuda a mantener la salud y tener paz mental.
Las investigaciones han demostrado que un poco de ocio diario mejora la salud física, mental y la calidad de vida.
Beneficios de las prácticas del ocio y tiempo libre en las personas mayores o dependientes.
- Disminuye los sentimientos de soledad en la persona mayor o dependiente.
- Mejora el estado de ánimo y la motivación interna.
- Incrementa la capacidad de afrontamiento en situaciones de estrés.
- Facilita la adaptación a la jubilación.
- Mejora las habilidades comunicativas.
- Potencia la percepción sensorial.
- Ejercita las habilidades cognitivas.
- Disminuye significativamente los niveles de enfermedad y depresión.
- Facilita la adaptación al entorno.
- Aumenta la percepción de competencia. A través del ocio se debe percibir una sensación de libertad y autorrealización.
La mayoría de las personas mayores o dependientes, tienen una tendencia a buscar actividades de ocio similares a las que han hecho durante toda su vida, con escasa frecuencia de aquellas actividades que supongan una gran novedad.
Beneficios del uso de tecnología por parte de las personas mayores
- Une personas y mitiga la soledad: contribuye a reducir considerablemente la soledad y la distancia generacional.
- Comunicación con sus seres queridos: permite comunicarse y conversar desde cualquier lugar del mundo con su familia y amigos.
- Mantenerse activos: permite mantener la mente activa, mejorar su formación, adquirir habilidades y sentirse útiles.
Desde un punto de vista psicológico y emocional es un gran refuerzo positivo porque el saber manejar dichas tecnologías a pesar de la edad, les hace sentir capaces de aprender cosas nuevas.
En resumen, se refuerza la idea de que los profesionales sociosanitarios deben incentivar y promover las relaciones sociales en las personas mayores en su labor asistencial como actores implicados y así destacar en el arte de cuidar.
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