Entrevista a Pilar Rodríguez

Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares, gerontóloga y experta en servicios sociales, nos cuenta cómo ve la Ley de Dependencia.

  • ¿Cómo de efectiva considera que ha sido la Ley de Dependencia?

La Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia marcó un hito de gran trascendencia en España, porque significó añadir un nuevo derecho de ciudadanía para las personas más vulnerables de la sociedad. Pero su despliegue se paralizó y se recortó su financiación.

  • ¿Qué mejoras se pueden realizar a corto plazo?

Lo primero es dar entrada a las personas que tienen reconocido el grado I de dependencia y acabar de verdad con las listas de espera. Para ello hay que dotarla financieramente, sin olvidar que ello redundaría en la creación de muchos puestos de trabajo.

  • ¿Piensa que las empresas privadas deberían cubrir los servicios a donde no llega la Ley?

Creo que las entidades de iniciativa social y las empresas han de ser colaboradoras en la provisión de servicios que la Ley ampara. Y, además, pueden aportar conocimiento, innovación y otros servicios y programas.

  • ¿Qué problemas puede generar una población envejecida como la de España?

El envejecimiento poblacional no es en sí mismo un problema. Es un cambio social de enorme trascendencia y, en el plano individual, significa un triunfo porque podemos vivir muchos más años.

Pero llegará a generar situaciones problemáticas si no nos preparamos y hacemos frente a los retos de la nueva sociedad. Ese es el desafío. Hay que actuar ya desde muy diferentes ámbitos.

  • ¿Considera que la formación online puede ser un recurso útil para los cuidadores?

Para quienes conocen y utilizan Internet puede ser (y de hecho es) un recurso excelente. Pero también hay que pensar en los que están al otro lado de la brecha digital. Queda mucho por hacer para cerrarla.

  • Si necesitase contratar a un cuidador profesional para que le ayudase en el cuidado, ¿qué requisitos debería cumplir?

Que me reconozca con mis propios valores, mi dignidad, mi derecho a la autodeterminación y a que no lesione mi autoestima.

El requisito que pediría es que esté formado en el modelo de atención integral y centrada en la persona. En la Fundación Pilares para la Autonomía Personal, que me honro en presidir, trabajamos en la difusión y extensión de este modelo.