Todos conocemos el dicho que dice que 'el perro es el mejor amigo del hombre'. Y se suele cumplir a la perfección. Hay miles de personas en nuestro país que disfrutan de una mejor calidad de vida gracias a estos animales. No sólo por la compañía que hacen sino por la ayuda y cuidados que ofrecen a aquellos que más lo necesitan.

Se puede definir un perro de asistencia como aquel que, habiendo sido adiestrado en centros especializados oficialmente reconocidos, ha concluido su adiestramiento y ha adquirido las aptitudes necesarias para el acompañamiento, conducción y auxilio de personas con discapacidad. Es prioritario aclarar que no tienen por qué ser de una raza concreta. La mayoría de las asociaciones relacionadas con el adiestramiento en particular y, el mundo canino en general, establecen que hay hasta cinco categorías de perros de asistencia:

Perros señal

Es aquel perro que ha sido adiestrado para avisar a las personas con discapacidad auditiva de distintos sonidos e indicarles su fuente de procedencia. Se les enseña a diferenciar grupos de sonidos:

Sonidos continuos

(Se producen con cierta frecuencia y no implican riesgo para el usuario ni su entorno)

Sonidos intermitentes

(Se producen esporádicamente y presentan o pueden entrañar algún peligro para el usuario)

Perros de aviso 

Aquel que ha sido adiestrado para avisar de una alerta médica a aquellas personas que sufren diversas patologías que pueden poner en riesgo su vida, como por ejemplo puede ser la diabetes, la epilepsia e, incluso, alergias alimentaria.

Perros de servicio

En este caso, el animal está adiestrado para auxiliar a las personas con discapacidad física en el desarrollo de las labores propias de la vida cotidiana, tanto en su entorno privado como en el entorno externo. Se encargan de abrir y cerrar puertas e interruptores, de acercarnos objetos, apagan y encienden luces..., es decir, un sinfín de actividades y habilidades que hacen mucho más fácil la vida de una persona con discapacidad física.

Perros guía 

Adiestrado en centros especializados para el acompañamiento, conducción y auxilio a personas con discapacidad visual. El organismo que se encarga del adiestramiento de estos perros suele ser la prestigiosa Fundación ONCE del Perro-Guía (FOPG), que lleva más de 25 años desarrollando una maravillosa labor para las personas con discapacidad visual. Cada año unos 140 perros se gradúan y se asignan a usuarios con discapacidad visual grave o ceguera.

Perros de autismo

Responden a este calificativo aquellos perros entrenados y educados para atender las necesidades de personas con trastornos del espectro del autismo. Tienen el objetivo de mejorar su calidad de vida, reducir comportamientos de peligro para su integridad física y mejorar la relación su entorno.

Intervención Asistida: Terapia, Educación y Actividades

Por otro lado, encontramos los perros de intervención asistida. Según la Fundación Affinity, estas son intervenciones en las que "un animal es incorporado como parte del tratamiento, con el objetivo directo de promover la mejoría en las funciones físicas, sociales, emocionales y cognitivas. Siempre deben estar dirigidas por profesionales de la salud o de la educación".

También desde la Asociación Apettece, nos explican que dentro de estas intervenciones se encuentra la terapia y educación (ambas con objetivos marcados por profesionales para las actividades a desarrollar por los técnicos y acompañados de una evaluación final) y actividades (con objetivos lúdicos pero sin profesionales ni evaluación final).