Jugar revitaliza el cerebro

Estimular la memoria del dependiente depende tanto de la Terapia Ocupacional como de las conductas que emplee el cuidador ¿Sabes cómo mejorar su memoria? ¿Y la tuya?

La Terapia Ocupacional intenta dotar del mayor grado de independencia posible a las personas limitadas por problemas físicos, psíquicos, sensoriales o sociales.

El objetivo final es mejorar la participación y actividad de los dependientes, es decir, aumentar su grado de implicación en las situaciones diarias. Para lograr este fin se examinan todas las tareas en las que se desenvuelve la persona.

La figura del terapeuta ocupacional es importante, puesto que trabaja con la familia y el afectado para ajustarse a sus necesidades, habilidades y entorno. Recomienda y evalúa qué es lo que la persona necesita para desarrollar sus tareas cotidianas de una forma normal y satisfactoria.

Además, asesora en materia de funcionalidad y seguridad para eliminar las barreras físicas y prevenir caídas o golpes.

Dentro de esta disciplina socio-sanitaria, el cuidador desempeña un papel fundamental. Es el responsable de estimular al máximo la memoria del dependiente mediante juegos y canciones, entre muchas otras cosas.

El hombre es activo por naturaleza y debe procurar mantener esa actividad para su propio beneficio, porque la vida es un continuo proceso de adaptación. Por ello, como cuidadores debemos alentar todas aquellas conductas que ayuden a lograr una mayor autonomía del dependiente.

A los recursos propios se sumaría a la ayuda extra que se pueda conseguir por la Terapia Ocupacional. Las pautas y conductas que el terapeuta marca para el dependiente también se pueden incorporar como estrategias personales para impulsar la capacidad cognitiva del cuidador.

Una forma divertida de estimular la mente de la persona cuidada, siempre dependiendo de su grado de Dependencia, es a través de juegos que activen el cerebro.

Diferentes actividades como los crucigramas, los sudokus o las sopas de letras pueden proteger y retrasar el deterioro cognitivo, aunque no evitar las lesiones neurodegenerativas asociadas a la demencia.

Se ha constatado que los pasatiempos pueden ayudar a mantener el cerebro hasta quince años más joven en las personas que han superado los sesenta.

Incluso los videojuegos pueden retrasar el envejecimiento de la mente y proporcionar un cerebro más ágil y joven, así como juegos de toda la vida como el ajedrez, los naipes y otros juegos de mesa.

A través de los juegos permanecen activas las uniones neuronales, conservándolas en plena forma, ya que si cesa su estimulación acaban muriendo y nunca se vuelven a recuperar.