El 4 de mayo se celebra el Día Mundial de la risa y queremos que conozcas los beneficios que tiene esta acción a nivel físico y psíquico. Juan Moisés de la Serna, doctor en Psicología, nos explica las razones.

La risa es una respuesta biológica a un estímulo. Es una forma de comunicar nuestro estado de ánimo, y además de alegrarnos el día, es contagiosa.

Pero en el ámbito del cuidador parece contradictorio preocuparse de estas cuestiones, ya que se ha de atender a alguien enfermo, entonces ¿por qué tratarlo aquí?

Hay que recordar que todos los estudios realizados sobre la risa, en el ámbito de la neuropsicología y la medicina, alaban sus beneficios terapéuticos. Porque no solo ayudan a la persona enferma a “olvidarse” temporalmente de su mal, sino que, además, pone en marcha una serie de resortes en el organismo que ayudan a mejorar el estado de salud más rápidamente tras una intervención.

En  los años sesenta el doctor Hunter Doherty "Patch" Adams, más conocido como Patch Adams, popularizó en los hospitales de EE.UU los beneficios de la risa en la salud mental y física. Desde entonces, se han sucedido numerosos estudios que han permitido sustentar y desarrollar una nueva rama terapéutica denominada risoterapia aplicada por los médicos payasos en muchos hospitales a lo largo del mundo.

Actualmente hay países que cuentan con clínicas de risoterapia donde acuden los pacientes, de todo tipo de dolencias y enfermedades, y sus familiares. Su objetivo es lograr descargar las tensiones y pesares con juegos y técnicas grupales donde acaban todos riendo. Así, vuelven a casa renovados y lo más importante con una sonrisa en la cara.

Los fundamentos neurológicos demuestran que la risa segrega endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad. Éstas tienen efectos analgésicos del dolor, por lo que:

-Se reduce el nivel de percepción del mismo.
-Rebaja el de cortisol en sangre.
-Combate el estrés y la ansiedad.
-Ayuda a equilibrar el sueño y mejorar la función pulmonar.
-Aumenta el nivel de actividad del sistema inmune.
-Incrementa la sensación de bienestar.

Imagine por un momento cuantísimos beneficios tiene para cualquiera de nosotros poner en nuestras vidas unos minutos al día de buenas carcajadas, mientras vemos alguna película de comedia o escuchamos y compartimos algún chiste.

Ahora piense que esos efectos tan positivos se le pueden aplicar a alguien que lo necesite, porque esté pasando por un mal momento o padezca una enfermedad. ¿No sería maravilloso poder compartir con esa persona tanto bien? Seguro que liberar las tensiones a través de la risa le va a ayudar a sobrellevar su pesar y mejorar su estado de ánimo general. De esta forma se pueden llegar a ver las cosas desde otro punto de vista más positivo.

Contagiar la risa

Provocar esta reacción biológica a las personas de alrededor permite mejorar el clima de convivencia. Además, ayuda a "olvidar" a cuidadores y familiares la presión y el estrés que experimentan cuando tienen que tratar con un enfermo, máxime si sufre una patología crónica o sufre una enfermedad incurable.

Si los médicos en los hospitales están siempre muy ocupados y tienen que atender a muchos pacientes que esperan en consulta, ¿por qué crees que va a intentar sacar una sonrisa en la sala de enfermos crónicos o en la oncológica de niños? ¿No son conscientes de la gravedad de los pacientes? 

Precisamente porque lo entienden dedican la mejor de sus sonrisas y todo su ingenio para entretener y divertir a grandes y pequeños. Porque conseguir una carcajada puede ser la mejor medicina.

No se trata de un tratamiento que pueda sacar al paciente de su enfermedad, pero sí que le va a liberar emocionalmente del dolor y de la tensión. De esta forma, su cerebro estimulará partes que normalmente no están activas, va a generar endorfinas, mejorando así su estado de ánimo, y contagiará a las personas de su alrededor con su buen humor.

Entonces, ¿Por qué no incluir como parte el día a día, uno o dos momentos de risoterapia con el paciente?

Puede que la persona no lo entienda, que crea que necesita tranquilidad y silencio, pero si consigue romper esa barrera, con una sonrisa, seguida de una carcajada, habrá conseguido mucho más de lo que piensa.

Blog de Juan Moisés de la Serna "Novedades en Psicología"