Resiliencia para cuidadores

La persona resiliente afronta las situaciones difíciles con entereza, busca soluciones y además consigue aprender de lo vivido para crecer. La resiliencia se tiene, pero también se puede ejercitar. 



-Clase recomendada: Desarrollo de la capacida de resiliencia
-Conéctate a través de tu ordenador, tablet o teléfono móvil

La resiliencia, en el ámbito de la ingeniería, mide la cantidad de energía que almacena un material al deformarse elásticamente debido a una tensión aplicada. La psicología toma prestado el concepto de resiliencia para definir a quienes, sometidos también a tensión, son capaces de adaptarse elásticamente y salir reforzados.

Desde la irrupción de la Psicología Positiva en los años 90, se empiezan a estudiar las fortalezas y virtudes del ser humano, y no únicamente sus trastornos. La resiliencia, como la creatividad o la inteligencia emocional, se convierte en una capacidad que conviene aprender, desarrollar y potenciar.

La psicóloga Beatriz González Segura, gerente de Psibensa, nos ayuda a entender mejor este concepto, que puede ser clave para enfrentarse al desafío tanto de cuidar como de ser cuidado.

“La resiliencia es una fortaleza que tenemos las personas, un concepto que se refiere a la fortaleza para afrontar las situaciones estresantes, las dificultades de la vida. Sirve para enfrentarse al día a día”.

“Una persona resiliente es una persona que se enfrenta, que tiene una estrategia, que en lugar de quedarse paralizada ante una situación difícil, traumas, o complicaciones de la vida, es capaz de sacar algo positivo de estas situaciones, aprender lo máximo y crecer”.

Son personas capaces de desarrollarse interiormente a partir de circunstancias adversas. “No se quedan en el `no puedo, fíjate lo que me pasa…´, sino que toman el problema, lo modifican, lo transforman, y de ahí crecen, sacan un aprendizaje”.

¿Podemos ser todos resilientes?

La resiliencia, continúa González Segura, “es una capacidad que está en todos. Hay personas que la tienen de manera innata por su carácter, por su personalidad. Y otras personas la tienen en menor medida, pero se puede sin ningún problema fomentar y desarrollar para que vaya aumentando”.

“Ciertas personas llegarán hasta un nivel, y otras personas serán capaces de superar ese nivel y llegar al siguiente. Todos somos capaces de aprender resiliencia, y por eso mismo podemos adquirir esos recursos y esas estrategias para afrontar las cosas”.

Dependientes resilientes

La resiliencia puede ser de gran ayuda para quienes cuidan. Por eso conviene fomentarla y trabajarla.

Pero, como añade la psicóloga, "también es importante que esta resiliencia se promocione entre las personas dependientes. Se enfrentan a una situación novedosa, dificultosa, dejan de valerse por sí mismos temporal o definitivamente. Eso supone cambios, aceptar que cosas que antes se hacían ya no se pueden hacer. Necesitas ayudas”.

“Es fundamental trasladar este concepto a los dependientes. En ellos se instaura mucho el sentimiento de inutilidad, de culpa por ser una carga para quien los cuida. Se dicen `no valgo para nada´, se sienten inútiles, piensan `¿por qué me ha tocado a mí?´. Pues ha tocado porque la vida es así, y las cosas suceden, unas por algún motivo, otras sin motivo aparente”.

“¿Cómo se fortalecería esa resiliencia en la persona dependiente? Pues para empezar, hay que aceptar la situación. Después, adaptarse, y en tercer lugar, sacar lo positivo. Esa situación nueva nos va a brindar la oportunidad de ver y hacer las cosas de una forma diferente.

En suma, concluye González Segura, "la resiliencia es fundamental para mejorar la calidad de vida en el día a día”.